18 feb 2024
Recrudecimiento de los enfrentamientos con el M23
La escalada de las hostilidades en el este de la República Democrática del Congo (RDC), donde las fuerzas gubernamentales se enfrentan a más de 100 grupos rebeldes, como el M23, deja nuevas víctimas mortales y empeora la ya gravísima crisis de seguridad.
En la actualidad, la ciudad de Goma, donde se concentra un gran número de desplazados internos, se encuentra prácticamente sitiada por las fuerzas rebeldes. El componente étnico, agravado por rencillas históricas, añade gran complejidad a la situación. Muchos de los rebeldes del M23 son tutsis congoleños que en su día fueron parte del ejército de la RDC, pero que en la actualidad dicen luchar para proteger a la población tutsi local contra grupos extremistas hutus, como las Fuerzas Democráticas por la Liberación de Ruanda, cuyos miembros estuvieron entre los perpetradores del genocidio de Ruanda de 1994. A su vez, el gobierno de Ruanda apoya encubiertamente al M23, algo que el gobierno de Kinshasa denuncia que tiene un fin desestabilizador. En la última semana, Estados Unidos ha condenado el papel de Ruanda y ha pedido a Kigali que detenga toda su actividad en la RDC. También en los últimos días, el director de la misión de las Naciones Unidas en la RDC (MONUSCO) ha denunciado ataques a su personal y sus vehículos en la capital, ya que parte de la población culpa a la MONUSCO, que está en proceso de retirada, de la situación en el este del país. Otras organizaciones internacionales y embajadas también han sufrido actos de vandalismo.