13 nov 2012
Aprovechar los códigos QR para tu negocio de exportación
Aparecen cada día en más tarjetas de visita. Son comunes en los anuncios de las revistas y casi una plaga en vallas exteriores o vidrieras. Hablamos esos cuadrados formados por irregulares celdas blancas y negras perforadas que se han colado en nuestras vidas. Todos los hemos visto, aunque no todos sepan que se denominan códigos QR, la abreviatura de "Quick Response" (respuesta rápida en español). Son una forma rápida de empaquetar una gran cantidad de información en un pequeño espacio muy accesible a sus destinatarios, que son cada día más los consumidores. Nacieron en los años noventa en Japón de la mano de Denso Corp.,una empresa del sector de automoción propiedad del grupo Toyota. En un pequeño espacio concentraban toda la información que los destinatarios de las piezas de los vehículos necesitaban en cualquier lugar del mundo. Pero no ha sido hasta los últimos años, con la generalización de los Smart Phones o teléfonos inteligentes cuando se han convertido en una de las más poderosas herramientas de márketing. Cada celda del código QR representa un bit de información que puede ir como texto o datos en bruto. Sin apenas ocupar espacio, esta versión del tradicional código de barras, permite ofrecer al proveedor una atractiva puesta en contacto con su producto. Con un móvil con acceso a Internet y un software gratuito puede acceder a un web site, un vídeo o diseñar toda una campaña de marketing o etiquetado que vaya mucho más allá del pequeño espacio que ofrecen las etiquetas tradicionales. Lo que abre una gran gama de posibilidades para las empresas exportadoras, ya que desde su central pueden controlar las campañas promocionales en sus productos de destino. Un estudio de la empresa de mediciones en Internet comScore, realizado en los principales países de la Unión Europea asegura que España es el segundo país, después de Alemania, con mayor penetración de este sistema que ha alcanzado los 17,4 millones de usuarios hasta septiembre de 2012. Como en el resto de Europa, el 70% de ellos lo hace con el objetivo de obtener información, cerca del 30% lo usan para informarse de alguna actuación y el tercer motivo, un 20% de los usuarios lo prefieren para conseguir cupones de ofertas. Es decir, entre las dos mayores utilidades de los códigos QR están la de obtener información del producto y la de conseguir descuentos. La ventaja de un código QR frente a una etiqueta tradicional es que, por un lado, permite una mayor creatividad e incluir mayor cantidad de información. Un buen ejemplo de este uso lo están aplicando los productores de vino, creando etiquetas virtuales en las que con un mínimo cambio en la etiqueta tradicional (el que implica adaptar el código QR a cada país) se puede ofrecer la información adaptada a cada uno de los países. Pero mucho más interesante es que gracias a los QR los errores de marketing pueden no ser tan traumáticos. Es decir, si por algún motivo la estrategia de incentivos o promocional de nuestro producto no funciona en el punto de venta, es posible cambiarla desde España sin más gasto del de modificar el contenido de la página a la que remite el código QR.
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