17 may 2021
El bienestar de los empleados también es cosa de las pymes
Las pequeñas empresas también pueden potenciar el llamado ‘wellbeing’ corporativo con sencillas acciones que van desde disponer de fruta en la oficina hasta practicar deportes en grupo, pasando por talleres de nutrición saludable o meditación.
Si algo ha dejado claro la pandemia de Covid-19 es la importancia de la salud. También en la empresa, donde los problemas del bienestar de sus integrantes se traducen en las pérdidas económicas causadas por el absentismo o por falta de concentración, motivación y productividad. Y los datos no parece que sean muy halagüeños: casi la mitad de los trabajadores españoles –un 45%- sufre estrés laboral, y el 70% afirman no desconectar de sus obligaciones laborales, según el estudio ‘COVID-19 Global Impact’ de Cigna.
En este contexto toma fuerza el concepto de corporate wellbeing o bienestar corporativo: aquellas iniciativas de la empresa para cuidar y mejorar la salud tanto física como mental de los empleados. A diferencia del concepto clásico wellness, más centrado en la salud física, el wellbeing podría traducirse como bienestar integral del empleado, incluyendo, además de lo físico, la salud emocional, un entorno laboral de confianza, la socialización con el resto de miembros del equipo y el crecimiento profesional.
Las acciones que puede llevar a cabo una pyme para mejorar el bienestar de sus integrantes son muchas. Tanto de carácter físico:
- Talleres y charlas con expertos en nutrición y cocina saludable
- Facilitar frutas y productos frescos en la oficina
- Acordar con gimnasios precios especiales para los empleados
- Organizar actividades deportivas entre los empleados
- Si fuera posible, dedicar un espacio en la empresa para el ejercicio físico
Como otras en el ámbito emocional y psicológico:
- Asistencia psicológica a los empleados, tanto a través de talleres o charlas grupales, como ofreciendo apoyo económico para quienes necesiten acudir a profesionales
- Talleres de meditación y mindfulness, para potenciar el grado de concentración de los trabajadores
- Formación y planes de desarrollo profesional para los empleados, que les sirva de motivación
- Medidas de flexibilidad y conciliación laboral, para fomentar el necesario equilibrio entre la vida personal y profesional
- Actividades de socialización entre los miembros de la empresa, que pueden ir desde un sencillo afterwork –cañas después del trabajo-, sesiones de teambuilding, hasta escape rooms o actividades de ocio en equipo
Cinco fases para implantar un plan de wellbeing
Desarrollar un programa de bienestar en una pyme o micropyme no solo es posible, sino que en ciertos aspectos puede ser fácil. Estas son las fases más comunes para ponerlo en marcha:
- Planificación. Antes de lanzarse a organizar actividades, se debe conocer qué necesita el equipo, qué problemas tienen –estrés, molestias físicas, falta de confianza entre los trabajadores, etc.-, quiénes impulsarán y coordinarán las acciones.
- Aprobación. Una vez se conoce todo lo anterior, debe ser la dirección quien manifieste su compromiso con el bienestar de los empleados y ponga en marcha el programa.
- Estrategia. En función de las necesidades, el siguiente paso es desarrollar los objetivos, presupuestos, responsables, iniciativas concretas y la forma de medir si el programa está teniendo los resultados esperados. Es también el momento de encontrar a proveedores para actividades como clases de meditación, escape rooms, asistencia psicológica, etc.
- Comunicación. Una vez está desarrollada la estrategia, es fundamental comunicarla a los empleados. Obviamente, en una pyme será más sencillo y directo que en una gran empresa: puede bastar una reunión, además de formas “fijas” como tablones de anuncios o recordatorios por email.
- Evaluación. Tan importante como poner en marcha un plan es analizar si este funciona. La mejor forma de saber si vamos por buen camino es marcarnos objetivos y ver si se cumplen. Por ejemplo, a través de encuestas periódicas o reuniones para medir la satisfacción de los miembros de la empresa.
El bienestar se traduce en productividad
Fomentar el wellbeing en la empresa no solo mejora el bienestar de los empleados, sino que, además, ayuda a mejorar la productividad de la empresa. Un trabajador en plenas condiciones físicas y mentales rendirá mucho más que uno con problemas de salud. Además, cuanto mayor sea su felicidad, sentimiento de pertenencia y motivación en la empresa, mayor será su compromiso y, por tanto, su desempeño.
No hay que olvidar que el absentismo laboral por incapacidad temporal es uno de los grandes problemas de las empresas en España. Según el INE, más de un millón de personas de media no acudían diariamente a su trabajo por incapacidad temporal. Durante los meses de confinamiento, incluso, la tasa de absentismo se duplicó, al pasar del 5,5% en 2019 al 8,9% en el segundo trimestre de 2020.
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