España acaba de ser incluida en la lista de países que a lo largo de 2015 serán destinatarios de uno de los servicios más disruptivos de la web de comercio electrónico Amazon. Se trata de
Amazon Lending, su servicio de préstamos a pequeños comerciantes, que lleva desde 2012 funcionando en EEUU y Japón. Por lo que sabemos que ha ocurrido en EEUU, los comerciantes más activos en la plataforma son invitados a acceder a préstamos a corto plazo (de 3 a 6 meses) por cantidades que van desde los 1.000 a los 60.000 dólares. Amazon elige los destinatarios de estos créditos entre sus clientes profesionales en función del historial y la actividad que tiene registrada de ellos. El coste del crédito se resta de los ingresos que cada mes debería abonar Amazon a esos comerciantes. Los medios estadounidenses aseguran que el tipo de interés al que se ofrecen esos préstamos es considerablemente más bajo que los tipos reales de mercado, aunque la compañía no facilita esa información. Esto no significa que cualquier pyme que utilice esta plataforma vaya a conseguir un acceso rápido y barato al crédito. De hecho, en EEUU una de las principales quejas sobre este servicio está relacionada con las exigencias de la compañía logística para seleccionar a las empresas que les brinda esa posibilidad de financiación. Pero la llegada de Amazon Lending a España a lo largo de este 2015 con toda seguridad va a disparar el debate sobre la imparable tendencia mundial de la llegada de nuevos actores a mundo de las finanzas. Los bancos están dejando de tener la supremacía del grifo del dinero desde que las grandes compañías de Internet se han aventurado a conquistar las finanzas. Por no hablar de aseguradoras como
CESCE y su exitoso
factoring sin recurso a través del
Fondo Apoyo a empresas. Amazon podrá ser la primera en España, pero otras como eBay, PayPal o la china Alibaba ya están financiando a sus proveedores. Un reciente
estudio del Instituto de Estudios Bursátiles ha realizado un ranking sobre los nuevos competidores del sector financiero en el que identifica a PayPal, Google, Appel, Amazon y Facebook como las compañías tecnológicas que más tensión pueden generar en la actividad financiera durante 2016. El estudio también hace referencia a otros modelos financieros digitales de los que ya hemos hablado en alguna ocasión en este blog, como son
las plataformas de préstamos entre personas o la irrupción de nuevas monedas como Bitcoin. La gran diferencia entre el primer tipo de jugadores, las compañías tecnológicas, y los segundos, las nuevas compañías centradas solo en la actividad financiera, es que para las primeras la actividad de préstamo no forma parte de su negocio central. Y este es el principal peligro para la banca tradicional. Ya que a diferencia de un banco, ni Amazon, ni Google van a depender de los beneficios que obtengan con la concesión de créditos para subsistir. Para los potenciales usuarios de sus servicios ésta puede ser una buena noticia, ya que incrementa la posibilidad de acceder a financiación y servicios financieros más baratos. Aunque esa rebaja deberá compensarse vía cesión de datos e información que es la verdadera fuente de negocio de muchos de estos nuevos jugadores financieros. El cambio que apunta esta nueva tendencia es tan potente que tiene revolucionado a la banca de todo el planeta. Los principales bancos ya están probando asociarse con plataformas de préstamos p2p e incluso crear la suya propia como es el caso del todo poderos Goldman Sachs, según adelantaba hace unas semanas
el New York Times. En cualquier caso, una revolución, ante la que cualquier empresa debería estar con los ojos bien abiertos.