10 nov 2020
La estrategia de job crafting incrementará la productividad de mi empresa
Una de las estrategias para fomentar la productividad de las empresas y la felicidad de sus empleados es apostar por el job crafting.
No existe un trabajo perfecto ni inamovible. Inmersos en plena evolución económica y tecnológica, surgen cada vez más rápidamente nuevos perfiles laborales que intentan cubrir posiciones totalmente novedosas dentro de las compañías, fruto de la rápida y contundente integración que se está llevando a cabo a todos los niveles, en ámbitos como la inteligencia artificial, el blockchain, el machine learning o el big data. Sin embargo, uno de los problemas que se está produciendo a nivel corporativo es que la velocidad del cambio es tal que existen problemas para integrar el talento que llega dentro de los departamentos y de las estructuras de capital humano ya formadas, dado que cualquier modificación requiere su tiempo y su procedimiento, en especial, en las compañías de mayor tamaño.
En esta inédita realidad, las organizaciones procuran ser lo más flexibles posibles y hacer de la adaptación permanente una rutina más, intentando formarse de manera continua acerca de las novedades que se están produciendo fuera. Una de las estrategias es el denominado job crafting, que consiste, a grandes rasgos, en ofrecer cierto margen a los empleados para que estos puedan rediseñar su puesto en función de sus capacidades reales, pautando objetivos acordes con su desempeño, de modo que se generen expectativas diferentes y mucho más realistas sobre lo que van a ser capaces de hacer.
Una ventaja competitiva del job crafting
A pesar de que apenas cuenta con un par de décadas de vida, el job crafting está creciendo rápidamente, en especial, en muchas pymes con especialización tecnológica y una vocación disruptiva, ya que, dentro de un portfolio de recursos escasos pero una estrategia de rápido crecimiento, es imprescindible que el talento interno pueda desarrollar sus conocimiento y su creatividad del modo más óptimo posible para el beneficio último de la entidad. Por ello, este tipo de empresas suelen ser muy dinámicas a la hora de redefinir su oferta al mercado, su público objetivo e, incluso, su propia capacidad organizativa.
El job crafting se fundamenta en dos objetivos fundamentales, que complementan esta idea de un uso más eficiente de los recursos: por un lado, conseguir empleados más felices e identificados con lo que están haciendo, que creen en el proyecto de la empresa y que desean trabajar conjuntamente para la elaboración de un plan de carrera ambicioso y de largo plazo, en el que se fijen metas, se definan objetivos económicos y se acompase el desarrollo personal al crecimiento de la entidad; y, por el otro lado, a conseguir aumentar significativamente y en el menor tiempo posible la productividad por empleado, de modo que se logren alcanzar más rápido los grandes retos operativos que la organización se ha marcado. De conseguirlo, una estrategia de job crafting puede llegar a convertirse en una ventaja competitividad de la entidad frente a sus competidores.
Ventajas a largo plazo
El job crafting cuenta con tres posible variantes:
- El task crafting, por medio de la cual, el empleado añade y modifica de manera personal rutinas a su agenda diaria, procurando que sus habilidades más destacadas tengan un protagonismo especial, y contando con el aval de la confianza por parte de sus responsables.
- El relational crafting, donde se posibilita al trabajador entrar en contacto directo con otros stakeholders con los que, habitualmente, no tiene relación, como, por ejemplo, los clientes o los proveedores, buscando una mejor integración e identificación con ellos.
- El cognitive crafting, a través del que el profesional va a formarse personalmente en las misiones y en los valores de la empresa, adquiriendo una percepción nueva sobre la entidad, más holística e integral. De este modo, podrá encontrar los valores reales que definen el rol positivo que ejerce la organización sobre los consumidores.
Otras ventajas que ofrece el job crafting
Además de su felicidad y de un aumento de la productividad, el job crafting permite que el ambiente laboral del equipo humano mejore ostensiblemente, ya que los empleados sentirán que están desarrollando su verdadera vocación. Por supuesto, se sentirán más apreciados y valorados por parte de los directivos, que, dado que creen en ellos, les permiten auto tutelarse en pro del beneficio común. En experiencias que se han llevado con éxito en algunas compañías, los trabajadores, incluso, han logrado alinear por completo sus valores con los de la entidad, dado que, al recuperar el control sobre su carrera profesional, se han preocupado más intensamente en comprender la realidad personal y laboral de sus compañeros, así como en profundizar acerca de los objetivos estratégicos de la empresa en el largo plazo.
Sin embargo, antes de lograr estos ambiciosos objetivos, lo más aconsejable es, de manera personalizada, pactar con cada persona unos retos asumibles, como un proyecto determinado o conocer sus impresiones acerca de cuáles deberían ser sus cometidos para conseguir un aprovechamiento más eficaz de su tiempo laboral. De este modo, poco a poco, se irá estableciendo y construyendo una relación más extensa, abierta y fluida entre los directivos y el resto del capital humano que permitirá construir en el futuro una estrategia integrada de job crafting.
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