09 jul 2024
¿Y si la bajada de tipos del BCE hubiera sido un error?
Algunos economistas consideran que el eurobanco se ha precipitado recortando el precio del dinero y que esta decisión se sumará a la lista de los tres errores graves que la entidad ha comentido en sus poco más de dos décadas de existencia.
Alex Ordóñez - Colaborador de Asesores de Pymes externo a Cesce
El pasado mes de junio el Banco Central Europeo puso fin al agresivo ciclo de subidas de tipos de interés iniciado dos años antes y que había llevado el precio del dinero del 0% al 4,5%. Lo hizo con la primera bajada de tipos de 25 puntos básicos, que deja el coste de financiación en el 4,25%. Evidentemente esta medida de la entidad bancaria del Viejo Continente supone un alivio (aunque limitado) para la economía y la actividad. Ello debido a que el recorte abarata en parte la financiación, lo que es positivo a la hora de solicitar un hipoteca o que una empresa pida un crédito.
Rebajar tipos es una medida que se toma precisamente para impulsar la actividad económica y empresarial, con el objetivo de acelerar el crecimiento económico tras una crisis o para impular un poco la inflación, ya que unos precios que no suben nada tampoco es una buena noticia.
Pero, ¿por qué ha bajado el BCE los tipos precisamente ahora cuando la economía muestra un crecimiento decente y cuándo el IPC de la eurozona está situado aún por encima del nivel del 2%, que es el que los bancos centrales consideran el más indicado? La resupuesta es ta cuestión es complicada. La entidad asegura que la buena evolución de los precios que cada vez se acercan más a esa barrera del 2% les ha permitido tomar esta decisión. Pero a la vez que el BCE utiliza este argumento también desliza que existen importantes riesgos que podrían provocar un nuevo impulso de los precios, como el alza de los salarios en la eurozona, que están por encima de la inflación.
Ante esta falta de claridad muchos economistas consideran que el eurobanco bajó los tipos porque, sencillamente, se comprometió a hacerlo en las semanas previas. Ello pese a que todos los datos no es que avalen precisamente que se suavice la política monetaria.
Por todo lo anterior, la bajada de tipos que el BCE realizó el pasado junio ya ha sido calificada por algunos de polémica, ya que el propio eurobanco se equivocó al anticipar durante meses que haría ese movimiento. La credibilidad del propio BCE hubiera quedado en entredicho si finalmente se hubiera echado para atrás y hubiera dejado sin cambiar el precio del dinero. Además ello hubiera generado fuerte críticas en Francia, que es uno de los países que está en estos momentos más ahogado por la deuda y necesita con urgencia una bajada de tipos para reducir su factura de intereses.
Por tanto, el riesgo de que el BCE se haya equivocado con la bajada de tipos es real. Y, por desgracia, la precipitación unido al alza de los salarios y al tirón del sector servicios por el boom del turismo en todo el continenete, puede impulsar una inflación que, recordemos, dista mucho de estar controlada en el entorno del 2%, De hecho, el último dato sitúa los precios en el 2,5, un nivel que es probable que supere en la temporada de verano.
Si se confirman estos malos augurios, se demostraría que el BCE cometió un importante error en política momentaria, que no sería el primero en el que incurre. De hecho, bajo el mandato de Jean Claude Trichet, el eurobanco cometió dos fallos incomprensibles que tuvieron funestas consecuencias para todos. El primero en junio de 2008, cuando el BCE elevó el precio del dinero del 4% al 4,25%, cuando en EEUU la crisis financiera prácticamente se daba por hecho y su efecto contagio en el resto del mundo era cuestión de tiempo. Además, la Fed de EEUU llevaba desde diciembre de 2007 bajando tipos para preparar a la economía estadounidense para la crisis. Pero incomprensiblemente el BCE subió los tipos, lo que se demostró rápidamente un error. De hecho, tres meses después el BCE recortó rápidamente tipos para evitar una crisis más honda de la que ya había provocado.
Pero el propio Trichet y el resto del BCE parece que no aprendieron de aquel incidente del año 2008. Porque solamente tres años después volvieron a repetirlo. En 2011, la amenaza de hundimiento del sistema financiero a nivel mundial tras la caída de Lehman Brothers en 2008 y la consiguiente crisis de las subprime se veía ya como superada por el BCE. Y era cierto pero el problema es que el riesgo solo había terminado en EEUU. No así en otras zonas, como Europa. Además, la elevada deuda de los países del Sur de Europa estaba en boca de cada vez más analistas e inversores. Pese a ello, el BCE subió tipos. Una precipitación que desencadenó una crisis de deuda que estuvo cerca de llevarse el euro por delante y que solo la actuación de Mario Draghi, sucesor de Trichet al frente del BCE, salvó.
A estos dos clamorosos fallos debe sumarse el que otro que el BCE cometió en sus inicios. En concreto en marzo del 1999 ( un año después de su fundación), cuando la entidad rebajó tipos con la inflación al 0,9%. Pero los precios no estaban controlados, solo dormidos y en pocos meses se dispararon hasta casi el 2% obligando a la entidad a reconocer el error, volviendo a subir el precio del dinero.
Algunos ven en este error que cometió el entonces presidente Win Duisenberg un antecedente de lo que podría volver a pasar ahora. Por el bien de todos sería bueno que se equivocaran y que la carrera de fallos del BCE se quedara en las tres anteriormente comentadas.
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