22 jun 2023

¿Cómo gestionar el cobro de impagados e impedir que estos terminen con tu negocio?

Evita el impago de tus facturas y conoce los tipos de morosos que existen, así como los medios extrajudiciales que puedes llevar a cabo.

No cobrar las facturas a tiempo y el no saber cómo cobrar un impago suponen un problema para cualquier empresa. Los márgenes de beneficio que se manejan son cada vez más ajustados y no disponer de la liquidez con la que se contaba para hacer frente a los gastos puede significar el cierre de un negocio. 

Especialmente si se trata de compañías con un tamaño reducido, que tienen un menor colchón para afrontar este tipo de problemáticas. 

La proporción de empresas que pagan a tiempo se ha reducido en los últimos meses en nuestro país, según los datos de Informa D&B. Si en el primer trimestre de 2018 más del 52 % de los pagos de las empresas españolas se realizaban dentro de los plazos pactados, en el segundo trimestre de este año la cifra se ha reducido hasta el 47,7 %. Por eso, dentro de la estrategia de todo negocio, grande o pequeño, es importante planificar cómo evitar que estas situaciones se produzcan y, llegado el caso, los pasos que vamos a dar para que repercuta en nuestras cuentas y en nuestra actividad lo menos posible. 

Contar con una ayuda para el recobro, como la que ofrece Icired, puede facilitarnos recuperar este capital cuando la temida situación ya se ha producido. Pero, para no llegar a ello, es necesario prevenir. Lo ideal es contar con un seguro de crédito, para evitar el 100% de los impagos. 

Si todavía no lo hemos contratado, lo mínimo será informarnos antes de entablar relaciones comerciales con nuevas empresas, ya sea sobre su nivel de solvencia y su capacidad de pago, en lo que se conoce como Risk Management, o al menos sobre quiénes son (quién está realmente detrás de ese negocio) y cuál ha sido su trayectoria hasta ahora. 

También en el caso de particulares, revisando los listados que incluyen información sobre morosidad, si tenemos una causa justificada para ello.

Tipos de morosos o deudores que existen  

Resulta imprescindible comprender con qué tipo de deudor puedes encontrarte para entender la situación y proceder para que este salde su deuda.

Morosos casuales

Este cliente, en concreto, no puede llegar a pagar por qué tiene un motivo justificado. Sus intenciones son buenas porque desean poder pagar la deuda que tienen, pero por un imprevisto o una causa que ellos no han tenido en consideración, no podrán realizar el pago.

Morosos negligentes

Este tipo de morosos prefieren gastar su dinero o liquidez en otras cosas que no sean la deuda que tienen actualmente.

Morosos intencionales

Al igual que sucede con los negligentes, estos clientes poseen capital suficiente para poder costear la deuda, pero, en cambio, deciden no abonarla y dejar pasar el tiempo para evitar el pago.

Morosos circunstanciales

Este cliente es capaz de pagar, pero decide bloquear el pago si detectan un error o problema con el producto o servicio. Cabe destacar que lo bueno de este cliente es que una vez se salde el error costeará su deuda.

Morosos despreocupados

Este cliente debido a su desorganización en la empresa, desconoce que tiene deudas pendientes por saldar. Si se les pone en previo aviso de que deben pagar su deuda la abonarán. Para este tipo de cliente se recomienda estar encima y mandar recordatorios antes de la fecha de vencimiento.

Morosos crónicos

Son los peores clientes por naturaleza. Utilizan el impago como su gran arma comercial. Su estrategia consiste en retrasar los pagos y generar todo tipo de problemas a la hora de pagar las facturas pendientes.

Medios extrajudiciales o técnicas para el cobro de morosos

Existen métodos extrajudiciales que nos ayudan cobrar a un moroso las facturas impagadas, de los que destacan los siguientes.

Vía amistosa 

Consiste en utilizar llamadas telefónicas, emails o el correo ordinario. De esta forma rompemos el hielo y avisamos al deudor que debe cumplir con sus obligaciones de pago antes de llevarlo a la vía judicial.

Avísale de que no se ha efectuado el pago en la fecha que se había estipulado. En algunas ocasiones, la demora se debe a temas administrativos y un simple recordatorio puede llevar a que se efectúe el pago de la deuda. 

Ofrécele alternativas de pago

Si la acción de la vía amistosa no funciona, deberíamos llamar a nuestro cliente para ver cuál es el problema. Puede que la factura esté detenida porque se ha detectado algún error, es necesaria una modificación y después se produzca el pago. O que el cliente se encuentra atravesando una situación compleja pero momentánea, por lo que se pueden estudiar nuevos plazos o facilidades de pago para hacer posible el cobro de la factura. 

Si el cliente está dispuesto a pagar la deuda fraccionar el pago o incluso aplazarlo llega a ser una vía de pago bastante efectiva, sobre todo para los morosos casuales o circustanciales.

Contratación de una empresa de recobro especializada

Estas empresas son especialistas en activar las alarmas para que los deudores cumplan con sus obligaciones. 

Podemos intentar el recobro a través de un servicio profesional dedicado a ello, como el de Icired que puede tramitarse fácilmente online. 

En estos casos, ellos se encargan de enviar aviso al moroso y de apercibirle de que si no paga sus datos serán incluidos en un fichero de morosos, lo cual le traerá consecuencias negativas. 

Este fichero lo consultan a diario bancos, entidades financieras, empresas de telecomunicaciones y suministros, compañías de seguros, profesionales, etc. 

Cuanto mejor planificada tengamos la operativa desde antes de que se produzca el impago, mayores serán nuestras posibilidades de cobrar finalmente la factura. Si quieres seguir leyendo noticias relacionadas, haz clic aquí.

Requerimiento de pago extrajudicial

En términos generales, se contacta con el moroso por burofax, dándole aviso de que si no cumple con su deuda se tomarán medidas legales para el cobro de esta.

Qué hacer para evitar los impagos cobrar a un moroso si no paga

Como hemos visto, nuestra primera preocupación debe dirigirse a intentar prevenir que el impago llegue a producirse. Un seguro o, incluso, el adelanto del cobro de facturas es la mejor forma para olvidarse de los impagos. 

Si a pesar de ello el moroso no paga sus facturas pendientes, el único medio posible es acudir a la vía judicial. 

Dentro de este procedimiento existen dos vías:

 

  • Procedimiento monitorio: Se trata de un procedimiento específico para reclamar deudas demostrables inferiores a los 25.000€, donde se reclama ante el Tribunal Civil.
  • Gestión judicial de impagos: Este sería el último recurso debido a que los costes correrían de la cuenta de empresa que efectúa la demanda. En esta ocasión se efectúa una demanda contra el deudor y se da paso a un proceso judicial.

 

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