La financiación es una de las grandes necesidades de las pequeñas y medianas empresas, una cuestión imprescindible para recuperarse de la crisis y seguir adelante asegurándose de que podrán abrir todos los días el negocio. Sin embargo, cada vez son más las pymes que no miran hacia los bancos cuando se trata de buscar esta financiación, ya que las entidades financieras han dejado de ser en muchos casos la mejor manera de obtener recursos, en favor de otras fórmulas alternativas, como el
Fondo Apoyo a Empresas, que cada vez están consiguiendo mayor protagonismo. Los expertos advierten que el parón que se ha producido en la actividad en España, el cortocircuito de los canales de circulación del crédito y la necesidad de reestructurar y rebajar la deuda corporativa, ya se han llevado por delante a un número muy elevado de compañías, principalmente de tamaño pequeño y mediano. En estos momentos, las pymes siguen encontrando muchas dificultades para financiarse y las que lo consiguen lo están haciendo a un coste mucho más elevado que las sociedades de más tamaño. Y es que la crisis ha golpeado con especial intensidad al sector bancario, poniendo en evidencia la
excesiva dependencia que las empresas españolas, especialmente las pymes, tienen de la financiación bancaria. Y es que el peso de la financiación bancaria se sitúa en España en niveles del 80%, frente al 20% de la no bancaria, mientras que en otros países, el peso está más compensado. Por ejemplo,
en Alemania el 45% de la financiación de las empresas es no bancaria, y
en Francia el 50%. Pero es que
en el Reino Unido y Estados Unidos la financiación no bancaria alcanza niveles del 70/80%. Los males del sector financiero no se van a solucionar a corto plazo. Teniendo en cuenta que se prevé que continúen las restricciones en la concesión de financiación a las pymes, y dada la alta dependencia de las mismas a la financiación bancaria, las pequeñas y medianas empresas van a continuar teniendo graves dificultades para acceder a la financiación bancaria. Y, en caso de conseguirlas, lo harán a precios muy caros. Por eso, cada vez está cobrando más importancia la financiación a través de otras vías alternativas a la bancaria no solo entre las pymes sino, en general, entre todas las entidades. Por ejemplo,
la financiación bancaria de las 25 compañías no financieras que forman parte del Ibex se redujo un 35% entre 2010 y 2013, hasta los 84.473 millones de euros, en favor de otras fuentes alternativas de financiación, según datos ofrecidos por el Servicio de Estudios de Bolsas y Mercados Españoles (BME). La financiación de mercado a través de instrumentos de Renta Fija y asimilados aumentó en el periodo un 15,38% y, a diciembre de 2013, alcanzaba los 120.486 millones de euros. Los datos de las cuentas auditadas de las empresas ponen de manifiesto que el excesivo peso del crédito bancario está dando paso a una mayor participación tanto de la financiación en forma de capital como de la financiación obtenida a través de emisiones de renta fija a las que tienen acceso cada vez más empresas, lo que, según BME, refleja un avance hacia un sistema financiero más equilibrado.