El impacto del 5G para las pymes

La nueva generación de redes de telecomunicaciones 5G lleva desde 2018 ganando peso en Europa, pero se espera que, en los próximos meses, tenga un desarrollo exponencial en el continente, espoleada, en gran parte, por los proyectos de inversión tecnológicos y de digitalización que traerá consigo el fondo de recuperación europeo, el Next Generation EU, del que España podrá recibir alrededor de 140.000 millones de euros hasta el año 2026. Junto a una sustancial mejora en la velocidad de las comunicaciones, el 5G promete dar un fuerte impulso al Internet de las Cosas (IoT), lo que permitirá incrementar las posibilidades de integración de los dispositivos conectados y propiciar, a su vez, nuevas innovaciones tecnológicas que cambiarán para siempre el modelo de hacer negocios de muchas industrias.

En el caso de las pymes, su utilización posibilitará, por ejemplo, aumentar la velocidad de transmisión de datos en 100 veces con respecto a lo que, en la actualidad, ofrecen las redes 4G, multiplicar por 1.000 el ancho de banda, permitir que se conecten, en cualquier comunicación, hasta 100 dispositivos, o reducir en un 90% el consumo de energía de las redes. Además, podrá soportar todas las necesidades de comunicación de una empresa desde redes de área local (LAN) de baja potencia (favoreciendo, por ejemplo, que se pueda desempeñar el teletrabajo sin que eso afecte al rendimiento de los dispositivos).

De hecho, hogares, oficinas y sistemas de transporte son tres de los elementos que más impactados se verán por la tecnología, ya que se espera que el 5G catapulte la gran revolución del IoT, conectando de un modo inteligente todos los dispositivos. Una realidad que se verá complementada por la llegada del Wi-Fi 6 y que, desde el punto de vista de cualquier negocio, obligará a repensar y reconfigurar la estrategia empresarial para adaptarse al nuevo ecosistema económico y tecnológico que está a punto de comenzar.

Impacto holístico

Aunque la irrupción global del 5G tendrá una influencia general en la gran mayoría de sectores, el informe ‘The global economic impact of 5G’, elaborado por PwC, sintetiza en cinco a las industrias que se verán completamente remozadas en muy pocos años: salud, movilidad inteligente, consumo, fabricación industrial y servicios financieros. En concreto, señala, a modo de ejemplo, que alrededor del 80% del potencial económico hasta 2030 del 5G tendrá como foco las aplicaciones de atención médica, cuya facturación mundial se incrementará, durante esta década, en más de 530.000 millones de dólares. Tras ellas, se situarán la gestión inteligente de los servicios y de los transportes (que sumarán 330.000 millones de dólares al PIB global) y todo lo relacionado con las aplicaciones digitales que tengan que ver con el consumo y con la comunicación (que generarán en torno a 254.000 millones de dólares).

Esto abre, según el estudio ‘The impact of 5G: Creating new value across industries and society’, del World Economic Forum, un marco inmenso de oportunidades para las pequeñas y medianas empresas, porque, aunque las grandes multinacionales liderarán los principales proyectos mundiales relacionados con esta nueva tecnología de telecomunicaciones, para el resto del tejido productivo la adaptación interna a su uso y la remodelación de sus sistemas de relación (y de integración) con sus proveedores, consumidores y, en general, con su cadena de valor, les proporcionarán, de realizarse con éxito, una ventaja competitiva crítica para adaptarse a la nueva realidad económica del comercio mundial. Un nuevo mercado que, solo para las pymes, supondrá un incremento en la facturación de 1,3 billones de dólares hasta 2030.

Una hoja de ruta eficiente

La nueva realidad comercial global, una vez se supere la crisis económica derivada de la pandemia por coronavirus, es difícil de vislumbrar en toda su intensidad, a pesar de que, en realidad, estemos muy cerca de ella. Conocemos, al menos sobre el papel, el enorme potencial de impacto que tendrán las nuevas tecnologías, como el 5G, en todas las industrias, pero existen, también, muchos interrogantes acerca del modo más oportuno de enfocar una nueva estrategia empresarial en torno a ellas.

Esta inédita planificación corporativa implica, incluso para las pymes de menor tamaño, realizar un análisis de sus modelos y procesos productivos, considerando, con realismo, cómo el 5G puede favorecer mejoras y oportunidades, aunque algunas de ellas puedan ser, todavía, una incógnita. Uno de los caminos para intentar solventar, en la medida de lo posible, las incertidumbres es buscar la colaboración con otras empresas de industrias diferentes a las que son el target de su negocio, propiciando sinergias complementarias para abaratar y mejorar los proyectos de integración de esta nueva infraestructura de telecomunicaciones.