La presidenta de Chile, Michelle Bachelet, ha visitado España, después de pasar por Alemania, y lo ha hecho acompañada por una delegación empresarial que incluye a representantes de pymes chilenas con voluntad de internacionalizarse. Pero en el ánimo del viaje también está la intención de que las pymes españolas inviertan en aquel país. No en vano uno de los primeros actos que ha promovido ha sido el encuentro ´Invertir en Chile´ que ha reunido a representantes del mundo económico, académico y político de España y Chile. En este sentido, Bachelet no ha empezado a trabajar desde cero, sino que ya contaba con el camino sembrado. Durante su también reciente visita oficial a España, el ministro de Hacienda chileno, Alberto Arenas, tuvo ocasión de reunirse con directivos de nueve compañías españolas con importantes inversiones en aquel mercado y comprobó el ánimo de colaboración y de invertir en el país austral que sigue existiendo por parte de nuestras empresas. Entonces tuvo un encuentro con compañías representantes de sectores tan variados como el financiero, las infraestructuras, la energía, la logística, el saneamiento y la comunicación. Las relaciones bilaterales entre España y Chile pasan por uno de sus mejores momentos y la colaboración entre ambos países se hace cada vez más patente, tanto en lo que se refiere al ámbito gubernamental como al empresarial y a los intercambios económicos. En 2013, las exportaciones españolas ascendieron a 1.240 millones de euros, un 12,5% más que el año anterior. Y, en la actualidad, España es el tercer inversor extranjero en Chile, solo por detrás de EE.UU. y Canadá. No solo las grandes empresas de servicios (agua, electricidad, bancos) están aprovechando las buenas relaciones políticas y económicas con Chile, sino que también las pymes españolas están llegando e incrementando sus negocios en este país a un ritmo creciente. Entre los sectores con mayor interés en Chile para las pymes españolas (según la Oficina Económica y Comercial de la Embajada de España en Santiago) figuran las energías renovables (sobre todo eólica, fotovoltaica e hidráulica), las TIC, la logística y distribución, la salud y el bienestar, la seguridad privada, la construcción de hospitales, el transporte, las actividades vinculadas al turismo, los servicios empresariales y financieros, el medio ambiente y los proyectos de desarrollo limpio, consultoría ambiental y tratamiento de aguas y residuos. Los sectores con oportunidades son amplios y variados. Sólo es cuestión de animarse a invertir.