17 nov 2020
Lecciones que las pymes deben extraer de los éxitos en bolsa de 2020
Las bolsas viven en una burbuja de optimismo desde el pasado 9 de noviembre. Ese día, la farmacéutica Pfizer anunció que su vacuna contra el Covid había alcanzado un 90% de efectividad, lo que disparó las bolsas. Pero hasta ese momento, el Ibex 35 acumulaba una caída superior al 30% a lo largo del año por la incertidumbre y el desplome de los datos económicos y empresariales que la crisis del Covid había provocado. Estos descensos eran similares (aunque menores) en el resto de plazas europeas. En todas ellas, los selectivos que engloban a las cotizadas más grandes de cada país, como el Dax alemán, descendían por el impacto de la pandemia.
Pero estas caídas no eran generalizadas en todas las cotizadas. De hecho, si se analiza el comportamiento del BME Growth (el antiguo MAB), el selectivo que engloba a las pymes que saltan al parqué en busca de financiación, la película resultante es muy distinta. Al contrario que su hermando mayor, el Ibex Growth Market 15, que reúne a los 15 valores con más liquidez del antiguo MAB, acumulaba un alza del 40% hasta el anuncio de la vacuna (ahora el incremento supera el 50%). Es cierto que se trata de valores con una free float reducido, por lo que la salida abrupta de algún accionista puede afectar negativamente a la cotización. Pero también es verdad que del buen desempeño de este selectivo se pueden extraer importantes lecciones especialmente provechosas para todas aquellas pymes y autónomos que están sufriendo el brutal efecto de la caída del consumo generada por la recesión.
De ahí que el objetivo de este post sea precisamente el de analizar las causas que llevan a los pequeños valores cotizados de la bolsa a tener un mejor desempeño que las grandes multinacionales españolas.
Composición más acertada
Los sectores donde operan las empresas componentes del BME Growth son muy diferentes a los de las cotizadas del Ibex, centradas especialmente en ámbitos muy castigados por la pandemia. En cambio, el selectivo de los nuevos negocios se posiciona en áreas de actividad que el Covid ha puesto especialmente de moda, como renovables, salud, servicios digitales o educación digital. Todas estas firmas han visto mejorar sus resultados como consecuencia de una mayor demanda generada a raíz de la pandemia.
La lección que las otras pymes deben extraer de esta realidad es obvia: a pesar de las dificultades lógicas que la situación económica genera, las empresas que operen en determinados sectores, especialmente en el campo de la innovación, lo tendrán mucho más fácil para salir adelante.
Apostar por nichos de mercado concretos
Al contrario que los gigantes internacionales, las empresas con pocos años de vida suelen dedicarse a nichos específicos de negocio. Pues bien, esa especificación supone ahora una ventaja competitiva, especialmente si dichos nichos presentan importantes expectativas de crecimiento o cuentan con elevados márgenes de beneficios. Un ejemplo en este sentido sería el de la empresa Atrys Health, dedicada a los servicios de diagnósticos médicos de precisión. No obstante, la clave que explica el alza del 46% que acumula en bolsa este año hay que buscarla en la compra que realizó del ICM (Instituto de Estudios Celulares y Moleculares), que es un fabricante de test para detectar el Covid. Resulta evidente que el refuerzo que Atrys ha obtenido con esta adquisición en un campo clave para luchar contra la pandemia impulsa su negocio y, con ello, su valor en bolsa.
Ante esta realidad, los nuevos negocios deben permanecer vigilantes ante cualquier oportunidad que pueda surgir. Porque, como en el ejemplo comentado, una compra en el momento oportuno puede catapultar los fundamentales y la cotización de una compañía.
Favorecidas por las operaciones corporativas
Al ser empresas muy pequeñas, los rumores de fusiones están a la orden del día. Salvo contadas excepciones, ese ruido de fondo siempre impulsa a estos valores por encima de lo que lo hace sobre las grandes cotizadas. Por ello, los emprendedores deben abrirse a escuchar ofertas por su negocio, ya que, independientemente del resultado final de las conversaciones, el mero interés de algunos inversores beneficiará al negocio.
Máxima especialización
Todo empresario sabe que apostar ahora por las energías renovables; es como jugar al póquer con las cartas marcadas. Pero eso no quiere decir que cualquier empresa que se dedique a las energías limpias tenga el éxito asegurado. Para aumentar las opciones es aconsejable seguir la estrategia de la cotizada Greenalia, cuyos resultados han crecido un 65% en 2020, y enfocar el negocio hacia la especialización que supone la energía eólica offshore o marina, donde la competencia es mucho mejor que en el ámbito onshore (en tierra) o en fotovoltaica. La lección para las pymes es evidente: una especialización máxima aumenta las posibilidades de negocio para la compañía.
La tecnología y la innovación, valores seguros
El buen comportamiento de empresas como Gigas o Lleida.net, que acumulan importantes alzas de resultados y de capitalización bursátil a lo largo del año, dejan claro que la tecnología y la innovación son apuestas que casi siempre salen de cara para el empresario. Y es que la pandemia es un terreno perfecto para que negocios relacionados con el ámbito digital y con el teletrabajo encuentran su caldo de cultivo perfecto para seguir creciendo. Así le ha ocurrido a Gigas, beneficiada por el uso masivo de VPN (redes privadas virtuales) debido al incremento de trabajadores en sus domicilios. Y algo parecido se puede decir de Lleida.net, especialista a nivel europeo en el ámbito de la firma digital, que sale favorecida de las restricciones provocadas por la pandemia a las empresas y la consiguiente transformación digital de las mismas.
Aprovechar el interés inversor por los nuevos negocios
Existe un creciente número de inversores que están especialmente interesados en apostar por una empresa en sus comienzos y participar a largo plazo y de forma activa en su historia de éxito. Además, debe tenerse en cuenta que no hablamos de románticos de la inversión como pueden ser los business angels, sino de gestoras totalmente profesionalizadas. Sirva el ejemplo de Bankia que apostó por Ibercom en su más tierna infancia. Esta firma se cambió de nombre con el tiempo, luego cotizó en el Mercado Continuo y finalmente entró en el Ibex para ser adquirida por el capital riesgo por una cifra estratosférica. La firma de la que hablamos es MásMóvil y seguro que todos en Bankia están especialmente orgullosos de que a alguno de sus gestores se le ocurriera la genial idea de invertir en un prometedor negocio que nadie conocía, que se llamaba Ibercon.
Pues bien, historias como la de MásMóvil hay unas cuantas. Nadie sabe cuál de las cotizadas en el Growth o de las que aún no lo han hecho será la siguiente firma en protagonizar una carrera similar. Pero lo que sí es una obligación paras las pymes es aprovechar este interés de las gestoras por entrar en un negocio desde sus inicios.
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