12 jun 2024
Buen momento para acometer desinversiones
La cercanía de los recortes de tipos y el interés de los grandes fondos de inversión y del capital privado por España y por múltiples activos crea una ventana de oportunidad para que empresas independientemente del tamaño que tengan pongan a la venta aquello que ya no concuerda con la nueva estrategia de negocio.
Alex Ordóñez - Colaborador de Asesores de Pymes externo a Cesce
El largo periodo de alzas de tipos de interés ha encarecido la financiación, pero no solo para los particulares a la hora de comprar vivienda, o las pymes en el momento de pedir un crédito. También ha elevado el coste de los grandes operadores del mercado para acometer inversiones. Este contexto negativo se ha traducido en la realidad económica en una sequía alarmante de salidas a bolsas, que ha durado años, y en una importante caída en las operaciones corporativas, o de compraventa de compañías.
Pero en estos primeros meses de 2024 se ha producido un importante giro en este sentido ante la perspectiva de que el precio del dinero empezaría a caer. En el ámbito de los debuts bursátiles destaca por encima del resto la oferta pública de valores del grupo catalán Puig, que se ha convertido en el mayor debut bursátil desde el propio de Aena en 2015. En el ámbito de las fusiones y adquisiciones de compañías, conocido por sus siglas en inglés M&A (mergers and acquisitions), el volumen de operaciones también se ha incrementado de manera notable a lo largo del ejercicio.
Esto refleja que el contexto es mucho más favorable en estos momentos para que una compañía acometa compras o que se desprenda de esa grasa que le sobra y que frena su crecimiento. Las grandes cotizadas del Ibex han entendido esto a la perfección. Buena prueba de ello es que en los poco más de cinco meses que llevamos de año han colocado el cartel de “Se Vende” a activos que están valorados en unos 30.000 millones. A la cabeza de todas las firmas está Ferrovial que ha puesto en el mercado cuatro aeropuertos que gestiona en Reino Unido (incluido Heathrow) y otros activos de energías renovables. Otro ejemplo es Grifols que prosigue con la venta de su filial Shangai Raas por la que espera obtener más de 1.600 millones.
El interés de las compañías del selectivo nacional por las desinversiones se debe a que entre sus gandes objetivos está el de reducir deuda, debido a los altos interesese que ahora pagan por el pasivo. Un buen ejemplo de ello es el Grupo Villar Mir, el holding de la familia del mismo nombre que tiene entre sus participadas a la constructora OHLA, que abona retornos de dos dígitos al fondo luxemburgés Tyrus con el que refinanció su pasivo.
Pero independientemente del fin que se busque, las empresas del Ibex aciertan claramente en el momento en el que han decidido llenar sus escaparates, ya que coincide con un periodo en el que los grandes fondos de inversión están muy interesados en todo tipo de activos en España, especialmente en el ámbito de las renovables y las infraestructuras.
Por si fuera poco, la práctica totalidad de los activos de los que buscan desprenderse ahora las compañías son aquellos que consideran no estratégicos. Eso no quiere decir que carezcan de interés o que sean deficitarios, sino simplemente que no casan con los nuevos planes de crecimiento de la empresa. Es, por ejemplo, el caso de ACS que vende su filial de servicios Clece porque prefiere centrar su crecimiento futuro en el ámbito de la construcción y las concesiones, ya que dejan un mayor margen de beneficios.
Lejos de lo que se pueda pensar, salir al mercado a buscar inversores interesados por las desinversiones que las compañías acometen no es exclusivo de las grandes cotizadas del selectivo nacional. Las pymes también pueden aprovechar este momento para desprenderse de aquella filial o negocio que enturbia sus cuentas o que, simplemente, ya no tiene cabida en la estrategia de crecimiento de la compañía. Evidentemente la capacidad de una pequeña y mediana empresa de llegar a una gran fondo de inversión es escassa. Tampoco será posible que paguen las millonadas que piden los bancos de inversión a las grandes cotizadas por mover en el mercado los activos en venta. Pero eso no quiere decir que no haya mecanismos con los que las pequeñas empresas logren por fin desprenderse de esos activos que ya no necesita.
Y es que cada vez existen más vehículos inversores que tienen a las pymes en su radar. Entre ellos están los fondos de capital privado, los business angels, los propios bancos, pero también las firmas de capital riesgo. Incluso los grandes gigantes internacionales de la inversión tienen vehículos específicos que están interesados en las pymes.
Todo lo anterior refleja que el momento actual supone una clara ventana de oportunidad para impulsar desinversiones en todo tipo de empresas. Esto supondrá una importante inyección de recursos que los negocios pueden destinar a áreas de negocio que tengan opciones de impulsar el mayor medida el crecimiento de una compañía.
Te podría interesar
Contacta con nosotros
Envíanos tus datos mediante este formulario y nos pondremos en contacto contigo lo antes posible.
Estaremos encantados de ayudarte.
Solicita información
Déjanos tus datos y nos pondremos en contacto contigo