21 jun 2021
Por qué es el momento propicio para apostar por la digitalización de una pyme
A pesar de la incertidumbre actual que rodea a muchas industrias y mercados, las pymes están ante una gran oportunidad de entrar de lleno en la digitalización y transformar sus modelos de negocio, obteniendo una serie de beneficios muy relevantes, tanto desde el punto de vista operativo como financiero.
Aun sumidos en las consecuencias económicas de la recesión derivada de la pandemia global, muchas pymes parecen tener suficientes problemas encima de la mesa como para preocuparse de la digitalización, como la gestión de la tesorería, la captación y el mantenimiento de clientes o garantizar las medidas de seguridad suficientes como para que los empleados puedan acudir a sus puestos de trabajo sin riesgo para su salud. Sin embargo, ahora es cuando de verdad hay que apostar por la transformación digital de una organización y debe convertirse en la prioridad estratégica operativa principal para garantizar su éxito en los próximos años.
Si, desde hace tiempo, las nuevas tecnologías habían inundado nuestras vidas personales y profesionales, ha sido a raíz de las medidas de confinamiento y de limitación de las actividades cuando las nuevas tecnologías de la información se han convertido en indispensables, configurando una serie de cambios muy profundos en los consumidores que obligan a las empresas a adecuarse cuanto antes a la nueva realidad, no tanto como una cuestión de ganar cuota de mercado sino simplemente como un mecanismo de supervivencia.
El nuevo cliente digital es omnicanal, quiere las cosas de manera inmediata y es tremendamente infiel, hasta el punto de que cualquier detalle, por pequeño que sea, como una demora por parte de una compañía en darle una respuesta, un precio demasiado elevado o una política de responsabilidad social corporativa que considere inadecuada son motivos más que suficientes como para pasarse a la competencia. Todo ello obliga a las firmas a ofrecer no solo un valor añadido diferencial y personalizado a cada usuario sino, además, a esforzarse continuamente por ofertarle una experiencia de cliente única, que satisfaga plenamente sus expectativas.
Retos por delante
Alrededor del 98% de las empresas en España son pymes. Sin embargo, de acuerdo a un estudio del Observatorio Vodafone de la Empresa, apenas una de cada cuatro estima que interactúa de manera avanzada con las nuevas tecnologías en su desempeño operativo. La falta de conocimiento, la escasez de recursos internos o el sobrecoste económico son algunas de las excusas que se esgrimen para justificar esta carencia digital, pero lo cierto es que, con frecuencia, el principal problema suele estar en la propia barrera psicológica que se autoimponen creyendo que la digitalización de su pyme es algo difícilmente abordable.
Sin embargo, los pequeños pasos, mientras estos sean asumibles, permiten ir acercándose a la meta final, gracias, entre otros factores, a las redes sociales, a la mensajería instantánea o a los servicios de streaming. Aunque existen herramientas Premium de pago, la mayoría son gratuitas y ofrecen un servicio de la máxima calidad. Con una simple estructuración de software que permita su gestión, la comunicación de la pyme con sus clientes y proveedores mejorará de modo ostensible, contribuyendo a incrementar la reputación de su marca y la competitividad.
Del mismo modo, la ciberseguridad que garantice los máximos niveles de protección posibles en las operaciones comerciales también es cuestión de tiempo más que de dinero. De hecho, cada vez más pymes operan en la Nube con resultados excelentes, permitiendo una gran agilidad en cualquier interacción y favoreciendo el poder compartir información relevante y archivos en tiempo real sin ninguna incidencia.
Y, todo ello, por no hablar de fomentar acuerdos de colaboración con otras entidades que, por ejemplo, permitan establecer sinergias en determinados servicios con el consecuente ahorro de costes. Un ejemplo perfecto en este sentido lo representan los acuerdos entre muchos e-commerce con empresas de mensajería y de transporte, dando la opción de competir con los players más grandes y tradicionales en tiempo, en calidad de los envíos y en los servicios postventa.
Las ayudas institucionales para la recuperación
Desde el plano institucional, cabe recordar que la Unión Europea ha desarrollado un fondo de recuperación continental, el Next Generation EU, que, en el caso de España, significará la llegada hasta 2026 de alrededor de 140.000 millones de euros entre ayudas y subvenciones, y que se sumarán a otros fondos, como la Ayuda a la Recuperación para la Cohesión y los Territorios de Europa (React-EU, de los que España recibirá alrededor de 12.400 millones de euros) o los fondos estructurales previstos dentro del Marco Financiero Plurianual 2021-2027.
Una de las líneas que se van a potenciar a nivel nacional son los Centros de Innovación Digital, que sirven para conectar a pymes con proveedores de servicios, desarrollando ecosistemas de colaboración que, a su vez, estimulan nuevas oportunidades de negocio. En esta nueva realidad, las operaciones digitales son críticas para el éxito de los intercambios y la comunicación en tiempo real.
Todo ello, a largo plazo, acelera y cataliza la digitalización de cualquier organización, brindándole una serie de importantes beneficios a medio y largo plazo, como la mejora de su desempeño comercial, garantizar la trazabilidad de sus procesos de gestión, poder automatizar con agilidad procesos mecánicos y repetitivos, aumentar la calidad de sus servicios a los clientes o disponer de una capacidad de adaptación y de resiliencia a los futuros cambios que llegarán al mercado.
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