Cuando las estadísticas aseguran que faltan emprendedores, no suelen diferenciar por sexos. Por eso, cuando aparece un nuevo informe que realiza esta sencilla distinción ofrece datos sorprendentes. Eso es precisamente lo que ha ocurrido con un estudio de la Comisión Europea, cuyos resultados tiran por tierra el concepto de igualdad entre los propietarios de pequeñas empresas. Según estas estadísticas, las mujeres son más de la mitad de la población de la Unión Europea, pero constituyen solamente el 34,4% de los profesionales autónomos en Europa, de lo que se desprende un margen considerable para fomentar este tipo de actividad mediante incentivos destinados específicamente al sexo femenino.
Los principales motivos Según el estudio realizado por la Comisión Europa son varios y específicos los obstáculos que las mujeres se encuentran a la hora de abrir un negocio. En primer lugar tenemos los problemas contextuales en forma de educación tradicional, puntos de vista estereotipados, la ciencia y la innovación. En segundo lugar, se encuentran los obstáculos económicos, en concreto en el sector de la innovación por la cuantiosas inversiones que se necesitan par abrir un negocio y la menor credibilidad financiera de la que gozan las mujeres en los bancos en comparación con los hombres. Y en tercer lugar, la Comisión define otro tipo de obstáculos, que llama leves. Aquí se incluye la falta de acceso a la redes técnicas, científicas y empresariales, y también la falta de formación en negocios, de modelos de referencia por los que guiarse y de habilidades como emprendedores. En otras palabras, las mujeres no emprenden en Europa por la falta de formación específica, el qué dirán y porque hay menos préstamos al sexo femenino. Así de sencillo y a la vez de alarmante, ya que todos estos obstáculos suponen un grave problema para el Viejo Continente. Es tal la preocupación que la falta de mujer emprendedora fue el gran tema de debate en la cumbre llamada Semana Europea de la PYME, celebrada recientemente en Bruselas. En dicha reunión, el vicepresidente de la Comisión Europea y Comisario de Empresa e Industria, Antonio Tajani, declaró: ?Está claro que la creatividad y el potencial emprendedor de las mujeres se encuentra entre las fuentes desaprovechadas de crecimiento económico y empleo y debería desarrollarse en mayor medida en Europa. En tiempos de crisis no podemos permitirnos privarnos de este potencial. El incremento de mujeres emprendedoras aumentará la capacidad económica de éstas y favorecerá el crecimiento?, aseguró.
Iniciativas rompedoras Para comprobar como la Unión Europea está tomando conciencia de un problema que atañe a todos los países miembro, en la cumbre se tuvieron en cuenta iniciativas de éxito, como la desarrollada por el británico The Royal Bank of Scotland. El proyecto de la entidad financiera que se llama Inspiring Women in Enterprise tiene el objetivo de animar a 20.000 mujeres a convertirse en nuevas empresarias. Se trata de una estrategia de tres años de duración y dotada de un presupuesto de 1,8 millones de euros mediante la cual se concederán subvenciones de hasta 60.000 euros a aquellas organizaciones de todo el Reino Unido que animen a las mujeres a introducirse en el mundo de la empresa y les presten apoyo. Es de suponer que este tipo de iniciativas se irán extendiendo por otros países de Europa y que pronto llegarán a España. Y es que, por desgracia, en el caso de la falta de mujeres empresarios, nuestro país no es una excepción. De hecho, de las 77.000 empresas que se crearon el pasado año solo el 3,5% tenían como propietaria a una mujer.