20 abr 2022
Oportunidades para las empresas en la movilidad conectada
El vehículo autónomo y conectado está recibiendo un gran impulso institucional que permitirá acelerar el crecimiento de las empresas ligadas a él, en especial en industrias como la de la automoción o la de telecomunicaciones.
El coche autónomo, conectado y sostenible, desde un punto de vista medioambiental, es una tendencia que traerá consigo importantes beneficios para la sociedad, como la gestión más eficiente del tráfico, la reducción de los niveles de contaminación principalmente en las grandes ciudades o el descenso significativo en el número de siniestros al volante (y, con ello, la caída en el volumen de víctimas mortales). Eso desde una óptica social, pero desde el plano económico supondrá la llegada de múltiples oportunidades de negocio para las empresas, sobre todo en dos industrias clave para España. Por un lado, como es lógico, la de la automoción, debido al progresivo cambio en el (envejecido) parque automovilístico nacional en los próximos años; por el otro, en el segmento de las telecomunicaciones, en una coyuntura en la que nuestro país está en condiciones de liderar el cambio global gracias a la capilarización de las redes 5G que permitirán una mejor utilización de este nuevo tipo de vehículos.
Impulso institucional
En el año 2018, la Comisión Europea impulsó la Estrategia Europea para la Movilidad del Futuro, en la que se diseccionaban las claves para estimular en el continente un nuevo ecosistema de movilidad ecológica, en donde el uso del vehículo autónomo y conectado resultará decisivo. Entre otros hitos, se apostaba por la extensión de las redes 5G en los Estados miembro y se subrayaba la necesidad de establecer vías para que nuevas empresas desarrollen en los próximos años proyectos de negocio en el sector, fomentando puntos de conexión, investigación en innovación y nuevas aplicaciones o creando herramientas digitales que mejoren las capacidades de estos vehículos.
En el caso español, el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico ha puesto recientemente en marcha el programa Moves III, con una dotación de 400 millones de euros del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, que pretende promover la compra de vehículos eléctricos, de híbridos enchufables y de pilas de combustible. Además, el programa Moves Flotas, con alrededor de 50 millones de euros, incentivará la electrificación del parque de vehículos ligeros.
Como consecuencia del fondo Next Generation EU, del que a España le corresponden alrededor de 140.000 millones de euros entre ayudas directas y créditos, a finales de 2021 Bruselas dio luz verde al primer Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica (PERTE) español, centrado en el vehículo eléctrico y conectado, que contará con una dotación de 3.000 millones de euros. En total, hasta el año 2026, está prevista la inversión de alrededor de 24.000 millones de euros entre entidades públicas y privadas.
Cabe recordar, además, que en España en 2023 ya existirá el pago por uso de autovías en modelo sin barreras, mientras que ya es una realidad que en muchas ciudades por encima de los 50.000 habitantes se están implantando zonas de bajas emisiones, siguiendo los preceptos de la Ley de Movilidad Sostenible. Todo ese cambio en la ordenación y en la propia apariencia de los núcleos urbanos ya está generando de por sí oportunidades de negocio para las empresas.
Tendencias en expansión
En 2025, muchos expertos auguran que las autopistas europeas estarán mayoritariamente conectadas entre sí y que serán sin barreras. Si los pronósticos se cumplen, en el año 2030 los pagos mediante vehículos conectados superarán los 530 billones de dólares. Es decir, que en los próximos meses iremos siendo testigos de multitud de cambios en la movilidad que van a impulsar las oportunidades para muchas pymes que sepan anticiparse.
En este sentido, Stratesys ha destacado los principales cambios que se van a producir y que pueden ser una buena hoja de ruta inicial para las empresas:
- Seguridad. En especial, en cuanto a herramientas digitales que prevean accidentes o que sirvan para que el propio vehículo minimice las posibilidades de sufrir un siniestro.
- Equidad medioambiental. Los Gobiernos necesitan del apoyo empresarial para diseñar estrategias efectivas que reduzcan los niveles de contaminación de las grandes ciudades. Además, existen importantes oportunidades para el desarrollo de proyectos, por ejemplo, en el uso de materiales en las infraestructuras que sean más sostenibles e, incluso, sirvan para generar energía.
- Equidad social. Hacer desaparecer las barreras de las carreteras obliga a desarrollar sistemas de monitorización que, directamente, reconozcan los vehículos y generen sistemas de cobro por el uso de las infraestructuras.
- Competitividad. Las redes de infraestructuras más conectadas tienen que redundar en una mejora de la logística y de la trazabilidad de los productos. Tecnologías como el blockchain o la Inteligencia Artificial pueden desempeñar un rol clave.
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