Suiza, Suecia y EEUU lideran el ranking de naciones más innovadoras en 2024

Diego Herranz - Colaborador de Asesores de Pymes externo a Cesce

La Asociación Mundial de Propiedad Intelectual (WIPO) otorga a la Confederación Helvética el máximo galardón por decimocuarto año consecutivo. Es, a juicio de sus expertos y de sus índices analíticos y predictivos, el mercado más innovador desde que se instauró la Nueva Economía en el tránsito hacia el siglo actual. Fue el cambio de paradigma que señaló a la tecnología como el propulsor de otra revolución, la digital que, al rozar el primer cuarto de la centuria, se ha erigido en el sector más geoestratégico del planeta. No solo por impulsar la Inteligencia Artificial (IA), la Learning Machine o el Big Data, sino porque pocos analistas de mercado dudan ya de su poder para espolear la productividad, instalada en tasas descendentes en las potencias industrializadas y, por ende, para impulsar la competitividad que estimule el dinamismo económico global.

Sin olvidarse de su transmisión trasversal de negocios que traslada a otras industrias como las asociadas a la fabricación de chips o a la transición energética.

La trascendencia de la actual etapa de innovación desbordante no pasa desapercibida a los ojos del Most Innovative Economies in 2024 de WIPO, su barómetro anual de mercados innovadores y clusters de S&T (Ciencia y Tecnología). Junto a Suiza, la mayor economía en avances digitales, sus expertos sitúan a Suecia y EEUU como sus acompañantes en el pódium. Tras ellos, Singapur, Reino Unido y Corea del Sur y, acaparando los últimos cuatro peldaños del top-ten, otros tantos socios de la UE -Finlandia, Países Bajos, Alemania y Dinamarca- por delante de China, Francia, Japón, Canadá e Israel.

España, con una puntuación general de 44,9 puntos, se sitúan en el puesto vigésimo octavo, uno por debajo del ranking de 2023 y Estonia, Austria, Irlanda, Luxemburgo, Bélgica, Italia y Chipre con valoraciones más positivas. Suiza marcó 67,5 puntos, frente a los 64,5 de Suecia y los 62,4 de EEUU. Obviamente, las tres potencias de rentas altas con mejores ecosistemas de innovación. La cuarta economía del euro se sitúo como décimo séptima del mercado interior.

Precisamente los ingresos individuales determinan los líderes de cada uno de los tres grupos de países restantes: China, Malasia y Turquía representan las tres naciones de rentas medio-altas con más capacidad innovadora; mientras que India, Vietnam y Filipinas lo son de las medio-bajas y Ruanda, Togo y Uganda, de las de retribuciones per cápita bajas.

Por áreas geográficas, Brasil, Chile y México encabezan los mercados latinoamericanos con una cota de tecnología más avanzada; Sudáfrica, Botsuana y Senegal, los de África, mientras Israel, Emiratos Árabes Unidos (EAU) y Turquía los de Oriente Próximo; Singapur, Corea del Sur y China los de Asia-Pacífico e India, Irán y Kazajistán los de Asia Central.

Las inversiones en I+D+i -dice el informe- aumentaron un 5% entre 2022, aunque un 3% en 2023 en términos reales, si bien el gasto en innovación del sector privado creció en torno al 6% el año pasado, 2 puntos porcentuales por debajo del promedio anual de los últimos 6 años y un nivel sensiblemente inferior al 10% de incremento de 2019 y al 13% de 2021.

Por otro lado, las publicaciones científicas cayeron un 5% el pasado ejercicio, lejos del 21% del año que consolidó el ciclo de negocios post-Covid y del 8% de 2020, cuando se inicio el despegue de la Gran Pandemia. Igual comportamiento siguió el capital riesgo, cuyos flujos de inversión se siguen contrayendo después de su boom de 2021; nada menos que un 36% en 2022 y un 39% el año pasado. También lo hizo el número de acuerdos celebrados por compañías con firmas de Venture Capital (VC), que experimentaron un descenso del 9,5% respecto a 2021. Así como las tramitaciones de patentes internacionales, que se han estancado desde entonces y en 2023 se contrajeron un 1,8%, el primer descenso interanual desde 2009.  

Los principales clusters de S&T se localizan en Extremo Oriente. Tokio-Yokohama es el de mayor dimensión global, mientras que el británico de Cambridge es el más intensivo en cuando a capital innovador. Al de Tokio, le siguen como referentes internacionales los chinos de Shenzhen, Hong-Kong, Guangzhou y Pekín, el surcoreano de Seúl y los también chinos de Shanghái y Suzhou. El gigante chino acumula 26 de los 100 más importantes. De hecho, el brasileño de Sao Paulo, el egipcio de El Cairo, los indios de Delhi, Chennai y Mumbai, el iraní de Teherán, y los de Malasia (Kuala Lumpur), Turquía (Estambul y Ankara) y Rusia (Moscú) son los únicos de economías de rentas medias fuera del territorio chino. 

Cambridge y San José-San Francisco (California) lideran la intensidad de capital innovador. Junto a Eindhoven (Países Bajos), Oxford (Reino Unido), Boston-Cambridge (Massachusetts) y Daejeon (Corea del Sur), el único asiático en esta clasificación. El de Múnich, en Alemania, es el único en el top-ten de países europeos. Mientras que Egipto abandera, con 11, el censo de clusters del continente africano, seguido de Sudáfrica (8), Marruecos (5) y Nigeria y Túnez, con 4.       

Los conflictos geopolíticos y la aún dubitativa transición desde el largo bienio de elevados tipos de interés a un semestre final de 2024 que ha iniciado el aterrizaje del precio del dinero, deja un panorama para 2025 cargado de incertidumbre para las inversiones en I+D+i y dudas sobre los progresos tecnológicos a corto y medio plazo. Particularmente, en segmentos productivos como la investigación biomédica, la computación, las baterías eléctricas o los avances tecnológicos de las industrias sostenibles, después de los incrementos realizados por éstas en el último decenio para la reducción de la energía consumida a través de supercomputadoras y la reducción de los precios de las fuentes renovables.

El estudio detecta lo mayores avances en la adopción de tecnología puntera en las redes del 5G, la robótica y los vehículos eléctricos en todo el mundo, según sus indicadores de 2024. E instan a los gobiernos a restablecer el impulso presupuestario en I+D+i y a acelerar la hoja de ruta hacia la transición energética en el próximo bienio para recuperar el pulso perdido.