Si España se nos queda pequeña y no queremos irnos demasiado lejos,
Portugal puede ser un buen lugar para
extender nuestro negocio o comercio. Sobre todo en estos momentos, en los que el país está ofreciendo interesantes ofertas en el sector inmobiliario, algo que ha provocado una rápida recuperación de su dinámica comercial. El vecino territorio se está convirtiendo en uno de los principales focos de la inversión extranjera en el sector de activos comerciales, según ponen de manifiesto algunos informes y estudios de consultoras aparecidos en la prensa de la vecina nación. Concretamente
en Lisboa se están multiplicando las propuestas de inversión extranjera en el sector de activos comerciales y cada vez son más los inversores que buscan edificios de oficinas, establecimientos comerciales a pie de calle, supermercados, restaurantes u otras propiedades. Además, según apuntan algunos informes oficiales, el
mercado inmobiliario en Portugal está altamente desarrollado y maduro, y se encuentra a la altura de los mejores standards europeos, en términos de calidad, transparencia y dinamismo. El país cuenta con una importante oferta de oficinas y con grandes áreas industriales disponibles, ubicadas fundamentalmente en polígonos situados en óptimas ubicaciones dotadas de buenos accesos e infraestructuras, así como una gran oferta de servicios públicos y privados. Por otra parte, como
destino de inversión, parte del éxito de Portugal se basa en el
tratamiento positivo por parte de las instituciones y la administración
en pro del desarrollo de las empresas y de la atracción de inversión extranjera. Esta estrategia asegura un ambiente positivo para los negocios, y coloca al país como una interesante opción como Costa Oeste de Europa, con buen acceso estratégico a diversos mercados, con costes operativos muy competitivos, reformas proactivas, redes de infra-estructuras modernas, y un alto compromiso con la educación y la ciencia, además de contar con recursos humanos flexibles, competentes y con elevada implicación. Estos
factores han contribuido a un continuo flujo de nuevas inversiones en la industria, en el turismo, el comercio y los servicios. Algo que ha provocado que muchas empresas de otros territorios hayan escogido Portugal como destino de su inversión. Pero, además, si en nuestro negocio es requisito fundamental unas buenas comunicaciones, Portugal también puede ser un país muy interesante. Dispone de
importantes infraestructuras por tierra, mar y aire, por lo que no tendremos ningún problema en controlar de cerca la evolución de nuestra delegación o comercio. El país cuenta con una
red de carreteras nacional que se extiende a lo largo de
22.000 km., una completa red de autopistas, un importante sistema ferroviario, cinco puertos de mar internacionales, líneas ferroviarias dedicadas al transporte de mercancías y cuatro aeropuertos internacionales con vuelos diarios regulares de pasajeros.