No solo para los escolares el nuevo curso empieza en septiembre, sino también para muchas empresas, sobre todo para las
pymes que tendrán que ingeniárselas otra vez para
mantener su negocio y conseguir nuevos contratos, sobre todo internacionales. Si pueden hacerlo sin que les cueste un solo euro, mejor. Y es que en esta larguísima
?salida de crisis? que muchos anuncian, los ingresos siguen haciéndose los remolones y no terminan de llegar nunca (al menos en la medida que necesitan los negocios para sobrevivir), por lo que todo nuevo contrato que consigamos y cualquier euro que podamos ahorrar serán más valiosos que nunca.
En esta situación, hay que aprovechar hasta la más mínima posibilidad que se nos presente para apretarse el cinturón. Y una de ellas es la que ofrece el ICEX a las pequeñas y medianas empresas españolas para acceder a participar en proyectos en el exterior, financiando sus gastos de preparación, presentación y seguimiento de ofertas técnicas en concursos o licitaciones internacionales. El límite de apoyo para las empresas que accedan a este programa es de 30.000 euros para cada caso particular.
El programa para 2013 se aprobó hace escasos meses (durante el primer semestre del año), por lo que muchas pymes no han tenido tiempo todavía de plantearse si pueden aprovecharlo o no, y cómo hacerlo. Evidentemente, las ayudas no van dirigidas a todo tipo de compañías ni tampoco a todo tipo de contratos internacionales, pero sí abarcan un ámbito suficientemente amplio para que muchas empresas puedan aprovecharlo.Después de un agosto de reflexión, en el que casi todos los emprendedores y empresarios habrán dado vueltas a su cabeza pensando cómo obtener nuevos negocios con el mínimo coste posible, septiembre podría ser el mes clave para potenciar la internacionalización sacando partido a esta nueva posibilidad. Durante el pasado año ya hubo 171 empresas que se beneficiaron de estas ayudas.
Pero, como hemos dicho, el programa no va dirigido a todo tipo de empresas. Se enfoca, fundamentalmente, a las especializadas en ingeniería y consultoría, así como a contratistas de proyectos industriales y civiles. También hay que tener en cuenta que esta línea de ayudas está limitada a licitaciones internacionales que se enmarquen dentro de sectores como infraestructuras del transporte, energías renovables, medio ambiente o tecnologías de la información y comunicaciones.
Además, las pymes que licitan deben ser pequeñas y medianas o, en su defecto, demostrar una capacidad de arrastre del proyecto significativa, mediante la presentación de un listado de empresas españolas que se beneficiarían de dicho proyecto. También podrán participar compañías que hayan estado adscritas a otros programas del ICEX, y que promuevan el efecto arrastre de los proyectos internacionales. Y, en cualquier caso,
se circunscribe a proyectos llave en mano, suministro de bienes de equipo a medida, y asistencias técnicas ligadas a proyectos de inversión concretos.
Sólo existe un pequeño inconveniente. Si finalmente, la empresa gana el concurso y se adjudica el nuevo negocio tendrá que devolver la ayuda recibida. Pero seguro que, en tal caso, al empresario no le importará tanto y lo hará con una sonrisa en la cara.