Sostenibilidad y rentabilidad económica: por qué una pyme debe optar a ser B-Corp

Desde hace algunos años, la concienciación social sobre el medio ambiente y el calentamiento global está contribuyendo a crear unos consumidores más preocupados por cuestiones como la sostenibilidad, la ecología o la utilización de energías renovables por parte de las empresas. Aunque todavía en según qué ámbitos las acciones y estrategias relacionadas con el ESG (medioambiente, sociedad y gobernanza) no son valoradas en su justa medida al considerarse que no influyen en el resultado operativo de una organización, lo cierto es que cada vez existen más métricas que indican justo lo contrario. En esta línea, hay certificaciones globales, como es el caso de B-Corp, que identifica a las entidades que generan un mayor impacto positivo en la sociedad, de manera que todos (clientes, accionistas, proveedores,…) tengan la constancia de que se alinean con sus valores y preferencias morales. Cualquier pyme puede acceder hoy a esta certificación a un coste, en principio, asumible en base a sus recursos

Qué es B-Corp

B-Corp es un movimiento global que aglutina a todas aquellas empresas que llevan a cabo dentro de sus estrategias operativas actividades que mejoran los entornos en los que tienen presencia, convirtiéndose en agentes activos de la transformación de la economía hacia una mayor sostenibilidad. De este modo, las compañías B-Corp gozan de la credencia internacional de ser parte de la solución a elementos como la contaminación, la inclusión de las minorías o la lucha activa contra el calentamiento global. Hoy, más de 3.000 organizaciones pertenecientes a alrededor de 70 países y 150 sectores poseen esta certificación.

Su origen hay que encontrarlo en tres emprendedores americanos frustrados tras la venta de su empresa And 1 (Jay Coen Gilbert, Bart Houlahan y Andrew Kassoy). A pesar de haber logrado sus objetivos financieros, los nuevos dueños decidieron variar por completo el fuerte compromiso social que guiaba la estrategia de la entidad, orientándose solo al beneficio económico. Por ello, estos emprendedores decidieron iniciar otro proyecto más personal, B lab, que se dedicó a sentar las bases que servirían para crear el Certificado B Corp. De este modo, nacía este sello que sirve para darles una mayor voz a las organizaciones que apuestan activamente por los valores y el compromiso social y medioambiental, forjando una especie de red exclusiva que las reconoce.

Por regla general, las empresas B Corp cumplen escrupulosamente cinco principios básicos: un gobierno corporativo ético, la puesta en marcha de políticas destinadas a la protección de su plantilla, la apuesta por acciones destinadas a la conciliación personal y profesional de sus trabajadores, estrategias orientadas a mejorar la relación con la comunidad en la que tienen presencia y con sus grupos de interés relevantes, y el reconocimiento sectorial de que su propósito es social.

Cómo convertirse en una empresa B-Corp

A pesar de que para los gestores de una pyme pueda parecer complicado optar a formar parte del club B-Corp, lo cierto es que pueden no estar tan lejos de conseguirlo, siempre, eso sí, que desarrollen acciones destinadas a crear un impacto positivo en la sociedad y en el entorno en el que operan. Los principales requisitos son:

• Tener presencia en un mercado competitivo y abierto.
• Demostrar una experiencia profesional de, al menos, 12 meses.
• Ser una entidad con fines de lucro y con todos los permisos legales reconocidos.
• Estar dispuesto a brindar información a los especialistas de B-Corp con total transparencia sobre aquellos ámbitos relacionados con cuestiones ESG.
• Completar la Evaluación de Impacto B y obtener una puntuación por encima de 80 sobre 200 puntos.
• Incluir dentro de los estatutos de la compañía el reconocimiento de que los temas sociales son vinculantes a la hora de la toma de decisiones relevantes.
• Ratificar la Declaración de Interdependencia de B lab que certifica el compromiso de la entidad en respetar los principios de todo asociado B-Corp.
• Abonar una cuota anual que varía según la facturación de la empresa pero que para las de menor tamaño ronda los 500 euros.

Cada tres años, los especialistas de B-Corp reevalúan a cada integrante, de manera que vuelven a certificar que cumplen con todos los requerimiento exigidos.

Por qué ser una empresa B-Corp

Esta certificación, más allá de suponer un prestigio y un reconocimiento para cualquier empresa, también le aporta una serie de beneficios:

• Diferenciarse de los competidores y obtener una mejor imagen ante los clientes.
• Reconocer la labor de los profesionales de la compañía, así como un evidente éxito en su desempeño laboral.
• Atraer talento, posibles nuevos inversores y proveedores del máximo reconocimiento.
• Formar parte de un selecto grupo de empresas mundiales concienciadas por los problemas sociales.
• Mayor visibilidad en los medios de comunicación.