23 nov 2022
Los beneficios para las pymes de apoyarse en las fintech
Estas nuevas empresas de servicios financieros se presentan como una buena opción para que gran parte del tejido productivo supere las dificultades generadas por la inflación y el encarecimiento de la financiación. Sus ventajas van más allá de la obtención de capital, ya que también impulsan la modernización tecnológica de los negocios.
Aunque el pasado mes dio un mínimo respiro, la inflación sigue siendo el gran problema de la economía europea y española. Un reto que no desaparecerá totalmente hasta que no finalice la guerra en Ucrania y, con ella, la crisis energética en la que está sumida toda la eurozona por su elevada dependencia al gas ruso.
Ante la imposibilidad de saber cuándo terminará el conflicto, el Banco Central Europeo se ha visto obligado a endurecer su política monetaria. Para ello, emprendió en verano una agresiva subida de tipos de interés que tiene diversos efectos, todos ellos negativos para las empresas, excepto quizá para algunos sectores como el financiero. Para empezar, el alza del precio del dinero encarece las hipotecas, lo que retrae el consumo y, en consecuencia, la actividad empresarial. Además, dicho encarecimiento también alcanza a las propias empresas, que tendrán que pagar mucho más por obtener recursos con los que impulsar su crecimiento.
A la vista está que el contexto en el que se mueven ahora los negocios es muy complicado. Sin duda, las grandes multinacionales tendrán menos problemas para superarlo, pero para la mediana y pequeña empresa enfrentarse a una era de lento crecimiento económico, alta inflación y una financiación más onerosa supone todo un reto.
Con el objetivo de paliar dicho escenario adverso, se han impulsado medidas como el Kit Digital, que favorece a todas las pymes al proponer deducciones fiscales, o la Ley Crea y Crece, que potencia nuevas formas de financiación, permite constituir sociedades por un euro y lucha contra la morosidad.
Con todo, la sombra de la recesión, el incremento de los tipos de interés y la inflación, que hace que los costes totales de las compañías se hayan incrementado un 24,4%, hacen necesario que las pymes busquen más opciones en aras de enfrentarse a las dificultades actuales y para obtener una financiación que ahora se presenta como más necesaria que nunca. Para lograrlo, existe un segmento al que aún no se recurre de forma mayoritaria, a pesar de los claros beneficios que implica. Se trata de las fintech. Este tipo de firmas de servicios financieros pueden ser en estos momentos un perfecto aliado para los pequeños negocios.
Recurrir a ellas puede ayudar a impulsar el negocio, ya que son expertas en encontrar capital recurriendo a fórmulas como el equity crowdfunding. Buenos ejemplos de ello se encuentran en firmas conocidas por todos como la plataforma de repartos a domicilio Glovo, o el fabricante de gazpachos Alvalle. Ambas lograron levantar su primera ronda de financiación al recurrir a un proyecto de crowdfunding.
Por otro lado, en todos los negocios dirigidos a los consumidores, las fintech especializadas en PayTech son una buena opción a explorar a la hora de hacer más eficientes los pagos que realizan las propias compañías. No solo respecto a sus clientes, sino también en el ámbito de los proveedores, por contar con sofisticados programas de gestión de contabilidad y facturación.
Esto evidencia que las fintech no son solo útiles a la hora de obtener financiación con la que tratar de mejorar el crecimiento de una compañía. También constituyen un excelente recurso a la hora de mejorar la productividad del funcionamiento interno del negocio. Un beneficio que es posible debido a que las fintech están enfocadas en incorporar avances tecnológicos en el ámbito de las finanzas de las empresas, en aspectos tan importantes en la actualidad como la analítica de los datos, el machine learning o la inteligencia artificial.
En definitiva, además de dinero, las fintech aportan modernización en los procesos internos, lo que se antoja indicado para enfrentarse no solo al duro contexto actual sino también a la elevada competencia. Es evidente que la tecnología mejora la toma de decisiones, lo que permite anticiparse al resto de rivales a la hora de dar con oportunidades y adelantar posibles problemas que pueden afectar a las cuentas de la empresa, como impagos o la racionalización de los gastos propios del negocio.
Por si estos beneficios no fueran suficientes, las fintech también ayudan a detectar el momento en el que debe llevarse a cabo una reconversión del modelo de negocio, al permitir una utilización más eficiente de los recursos de los que dispone la propia compañía. Esto también supone una ventaja añadida, ya que reduce la tradicional brecha tecnológica que separa a las pymes de las grandes firmas internacionales. Un avance que hace más factible que las pequeñas puedan derrotar a las grandes a la hora de obtener contratos estratégicos.
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