26 may 2021
La resiliencia de la franquicia frente a la pandemia
Más allá de las fortalezas que ofrece el modelo de negocio, las franquicias han realizado acciones concretas mediante las cuales han podido ser capaces de crecer en plena crisis de la Covid y que suponen un buen ejemplo para las pymes
La resiliencia es una palabra que hace unos años casi nadie utilizaba, pero que cada vez está más de actualidad. Curiosamente fue el mundo empresarial, concretamente el petrolero, el que la empezó a utilizar para ensalzar su capacidad de adaptación a un entorno en el que el precio del barril de crudo estaba literalmente por los suelos, lo que impedía invertir en exploración. Y es que resiliencia es precisamente eso: la capacidad que alguien o algo tiene para adaptarse con éxito a una situación adversa.
Resulta evidente que existen pocos escenarios adversos para casi todo el mundo económico y empresarial como la pandemia, pero también es una realidad que en este periodo ha habido sobrados ejemplos de colectivos que han demostrado su resiliencia frente al coronavirus. Uno de ellos es la franquicia española en el exterior. Así lo indican al menos los datos que desvela el informe “La Franquicia Española en el Mundo 2021”, realizado por la patronal del sector, la Asociación Española de Franquiciadores (AEF) en colaboración con el ICEX.
El informe concluye diciendo que, como no podía ser de otra manera, “la epidemia ha frenado los planes de expansión de la franquicia nacional a nivel internacional”. A pesar de ello, existen 307 empresas españolas que utilizan el modelo de franquicia fuera de nuestras fronteras, lo que supone 46 menos que en la edición anterior del estudio, que data de 2019 (el pasado año no se realizó el estudio por la pandemia). En porcentaje, esta reducción supone un descenso del 13% de marcas españolas allende nuestras fronteras. Ahora bien, en la cifra de 46 firmas menos se incluyen las fusiones que ha habido entre franquicias durante el Covid, lo que quiere decir que los cierres reales han sido menos numerosos.
Pero el dato que mejor refleja la capacidad que la franquicia ha mostrado para resistir a la crisis de está en el número de establecimientos que se han visto obligados a cerrar. Según el informe, solo 1.112 tiendas, el 5% del total presente en el exterior, han bajado la persiana. Salta a la vista que el porcentaje está a años luz de las 207.000 pymes, una de cada seis y los 323.000 autónomos, el 10% del total, que han tenido que echar el cierre en año y medio por culpa de la pandemia.
Los números evidencian la mayor capacidad de resiliencia de la franquicia española en el exterior frente a la pequeña empresa. Por ello, conviene analizar cuáles son las fortalezas de este modelo de negocio frente a la Covid y comprobar si es posible exportar cualquiera de ellas a un negocio tradicional.
Lo primero que debe destacarse es que según el referenciado informe, el mayor porcentaje de clausuras de franquicias se ha dado en los territorios donde existía menor penetración, lo que evidencia que el tamaño y el conocimiento de marca son activos claves de cualquier empresa que permiten resistir mejor a las adversidades.
Ventajas del modelo
Es obvio que una franquicia consolidada en un país en concreto ofrece mayor estabilidad que una empresa independiente por su mayor capacidad de adaptación y porque cuenta con una marca reconocida y un conocimiento del negocio que permite adelantarse a los problemas y saber reaccionar con rapidez. Respecto a la marca, tampoco se debe olvidar que en tiempos de crisis, los consumidores confían más en negocios maduros y conocidos.
El modelo de franquicia también puede aportar ventajas desde el punto de vista económico ya que detrás de un nombre acostumbra a estar una multinacional con sobrado pulmón financiero. Esa fortaleza le da al franquiciador la capacidad (si quiere, aunque también le conviene) de suspender de forma temporal el pago de royalties que recibe de sus franquiciados, lo que ha permitido que muchas tiendas hayan podido sobrevivir. De igual modo, el franquiciador puede aprovechar su volumen y la crisis para obtener mejores acuerdos con sus proveedores, lo que también redunda en beneficio de las tiendas.
Ventajas más allá del modelo
Pero ajenas a los beneficios que se poseen por el mero hecho de ser una franquicia, también existen otros ejemplos de acciones realizadas por este tipo de negocios que pueden ser extrapolables al tejido empresarial que predomina en España. Uno de ellos lo ofrece la marca Aquí tu reforma. Es obvio que la pandemia ha animado a los consumidores a realizar cambios en sus domicilios para resistir mejor los periodos de confinamiento. Pero eso no basta para explicar cómo esta franquicia ha cerrado 2020 con 63 locales más. La explicación también se encuentra en la decidida modernización que la empresa emprendió desde marzo y que permitió a los franquiciados contar con una herramienta para que pudieran realizar presupuestos online a sus clientes casi al instante.
Otro caso evidente de exitosa capacidad de adaptación es el de la marca de gimnasios Sportmadness, que abrió 10 nuevos locales en 2020. Pero, ¿cómo ha sido posible que unos gimnasios crezcan si las personas no podían salir de sus casas? La respuesta está de nuevo en la digitalización, mediante la creación de la plataforma de clases online que la firma lanzó en tiempo récord y que posibilitó que los clientes siguieran recibiendo la formación que los profesores impartían desde el salón de su casa.
Como se ha podido ver en este post, la propia idiosincrasia de la franquicia otorga mayor capacidad de resiliencia innata que la que puede tener una pyme tradicional. Pero también debe destacarse que las franquicias también han realizado acciones propias y extrapolables a cualquier negocio que pueden ayudar a resistir mejor a la crisis de la Covid.
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