05 oct 2023
Rusia amplía su gasto en Defensa y prolonga el conflicto armado en Ucrania
El Kremlin eleva del 3,9% al 6% los recursos bélicos para 2024, unos fondos que se duplican si se contabilizan las partidas de alto secreto que Moscú evita compulsar.
Diego Herranz - Colaborador de Asesores de Pymes externo a Cesce
Rusia planea un masivo incremento de sus gastos de Defensa para 2024 para asegurarse los flujos de abastecimiento militar en la contienda bélica contra Ucrania que supondrá una notable alteración de las prioridades presupuestarias para el próximo programa económico. La dotación conjunta y oficial que incluye el proyecto de las cuentas estatales del Kremlin para el siguiente ejercicio fiscal se incrementará en un 6%, después de los repuntes del 3,9% de 2023 y del 2,7% de 2021. A lo que hay que sumar los desembolsos de partidas no especificadas o clasificadas que se destinan a operaciones de alto secreto militar, y que duplicarán el montante total respecto al presupuesto de este año.
El Kremlin da por hecho que el conflicto armado en Ucrania continuará en 2024 y que el combate abierto significará una alteración substancial de las prioridades de los gastos estatales y de los ingresos que sostendrán el envío de material bélico a los campos de batalla y que se encuentran en estado de mutación permanente por las sanciones occidentales, las alteraciones en el valor del petróleo y del gas y las variaciones de las rutas comerciales para la exportación de las rúbricas energéticas siberianas, que han desplazado su centro de gravedad hacia Asia. El gasto militar de Rusia superará los recursos destinados a servicios sociales en 2024, pese a que en marzo están convocadas elecciones presidenciales.
En el proyecto presupuestario que se ha empezado a discutir en Moscú, los fondos de Defensa alcanzan los 10,8 billones de rublos (unos 112.000 millones de dólares, frente a los 6,4 billones de este año y suponen el triple de los 3,6 billones que se desplegaron en 2021 que antecedió a la invasión de Ucrania. Además, los recursos clasificados ascienden a 11,1 billones de rublos, casi el doble de los 6,5 billones de 2023. En conjunto, incluidas estas partidas, los fondos de Defensa representan el 30% del programa económico y duplican los recursos reservados a este fin que, en 2021, supusieron el 14,9% del presupuesto. Frente a los 7,5 billones que se destinarán a gasto social que también se elevan desde los 6,5 billones de este año. El plan del Ministerio de Finanzas incrementa en 36,6 billones de rublos los gastos totales, un 15% de subida interanual.
El Gobierno mostró su optimismo sobre el futuro económico del país, a pesar del doble coste de la contienda militar y de las sanciones occidentales, porque las previsiones de ingresos superan los 35 billones de rublos, un 22% por encima de la recaudación lograda este ejercicio, con apenas déficit -las autoridades financieras contemplan un agujero fiscal de nueve décimas del PIB para 2024-, lo que supondría un ajuste considerable, desde el 1,8% que se pronostica que quedará el saldo negativo de las cuentas estatales rusas al término de este ejercicio. Con perspectiva de un nuevo retoque en 2025 que dejaría el presupuesto a tan solo cuatro décimas de la consolidación contable.
Los ingresos de petróleo y gas crecerán casi una tercera parte en 2024, hasta los 11,5 billones de rublos, lo que deja constancia de que, según la versión oficial del Kremlin, su potente industria energética está sorteando el embargo internacional sin demasiadas dificultades. De hecho, sus jerarcas económicos barajan en el proyecto presupuestario una cotización promedio del crudo por encima del que ha protagonizado la escalada de recaudación fiscal este año. El escenario del Gobierno ruso establece un precio medio del barril de 71,3 dólares en 2024, muy por encima de los 63,4 de este año y un valor notablemente superior a los 66,3 dólares que predijo hace solo un mes para el barril siberiano.
El coqueteo del oro negro con los 100 dólares, cota psicológica a la que ha llegado a cotizar en algunos mercados, como el nigeriano o el malasio, a mediados de septiembre, han propiciado la mejora de las previsiones oficiales rusas. A pesar de las medidas del G-7 para topar el precio del crudo siberiano, que se mantiene en el mercado con un mínimo descuento respecto al valor del barril de Brent, de referencia en Europa. Junto al maná petrolífero, Moscú espera elevar en más de 114.500 millones de rublos por comisiones e impuestos derivados de la venta de activos de firmas extranjeras que poseían acciones de empresas rusas antes del inicio de las sanciones este año. Aunque esta cantidad se rebajaría notablemente, hasta los 2.100 millones en 2024.
El proyecto presupuestario necesita ser aprobado por ambas cámaras parlamentarias antes de proceder a la firma presidencial del programa económico para el próximo ejercicio fiscal.
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