30 jun 2023
¿Seguro de caución o aval bancario?
Conoce la diferencia entre un seguro de caución y un aval bancario y aprende a escoger el que mejor se ajuste a tus necesidades al hacer tus trámites
Para garantizar el cumplimiento de las obligaciones financieras, existen productos especializados como los seguros de caución y los avales bancarios. Sin embargo, existen entre ellos importantes diferencias que son esenciales valorar antes de contratar cualquiera de ellos.
Un aval es una obligación que adquiere un sujeto de hacer algo existiendo una cláusula que le condiciona en caso de que se produzca un incumplimiento. En el caso específico de un aval bancario, el avalista es un banco o una entidad financiera, que ofrece una garantía ante un tercero, donde el solicitante, responde ante terceros en una obligación de pago.
Por su parte, en un seguro de caución el asegurador se compromete ante el asegurado a indemnizarle por los perjuicios que se puedan producir en el caso de que el tomador incumpla con sus obligaciones contractuales.
Ambas son las dos fórmulas de presentación de fianza o de garantía más utilizadas, pero conviene conocer en mayor detalle cuándo apostar por cada una de ellas, incidiendo especialmente en los beneficios que aporta para una pyme el seguro de caución.
Diferencia entre seguro de caución y aval bancario
A continuación, describimos las diferencias entre ambos productos:
- Un aval bancario computa como riesgo financiero y el seguro de caución no, lo que significa que el primero debe estar inscrito en la Central de Información de Riesgos del Banco de España (CIRBE). Dicho de otro modo, el seguro de caución no consume capacidad de acceso al crédito financiero para aquel que lo solicita.
- El coste asociado a un seguro de caución está vinculado exclusivamente al riesgo asociado, por lo que no se cobran comisiones adicionales por él, como sí ocurre en los avales bancarios.
- En un aval bancario es necesario en la mayoría de las ocasiones pasar por un notario, lo que no ocurre en un seguro de caución.
- Un seguro de caución no precisa de la inmovilización de recursos de ninguna clase como garantía.
¿Qué es un aval bancario y cómo funciona?
A través de un aval bancario, la entidad bancaria se erige en garante de las obligaciones del avalado ante una tercera parte, asumiéndolas en el caso de que este no lo pueda hacer, lo que derivaría en un incumplimiento.
Un aval bancario es utilizado frecuentemente en determinadas operaciones, como, por ejemplo, en un contrato de alquiler.
Antes de conceder un aval, el banco estudia en profundidad el riesgo que tiene la operación, así como la solvencia de para quién se solicita. Por ello, evalúa conceptos como su historial de pagos o los fondos y el patrimonio que tiene.
Un aval bancario puede tener un carácter temporal indefinido o estar circunscrito a una fecha determinada. En cualquier caso, su concesión implica para el avalado el pago de una serie de comisiones, como la comisión de estudio, la de formalización, una comisión de riesgo (que se suele abonar periódicamente mientras esté en activo el aval) así como los gastos de notaría.
Sí el motivo que suscitó la contratación de un aval finaliza o expira su fecha de vigencia, el banco cerrará directamente el aval y dará la operación por finalizada.
¿Qué es un seguro de caución y cómo funciona?
Por su parte, en un seguro de caución el objetivo es garantizar al asegurado una indemnización en el caso de que se produzca un incumplimiento. Al igual que en los avales bancarios, requiere de un estudio previo a su contratación, pudiendo cubrir tanto riesgos financieros como técnicos.
Ventajas del seguro de caución frente al aval bancario
Además de los beneficios ya citados, cabe destacar otros hitos que favorecen la contratación de un seguro de caución frente a un aval bancario
- Coste más ajustado para la entidad que lo contrata, ya que el precio está condicionado en base al riesgo que se cubre.
- Se abona en un único pago, en concepto de prima, y no soporta comisiones adicionales.
- Soporta una concesión más ágil, ya que lo conceden entidades especializadas en la emisión de garantías. Este es el caso del seguro de caución que comercializa Cesce, en el que se indemniza al asegurado por cualquier perjuicio si se incumplen las obligaciones contractuales que existen entre ambas partes.
En definitiva, contratar un seguro de caución aporta las mismas garantías que un aval bancario pero a un menor precio y con una mayor especialización y flexibilidad. En cualquier caso, antes de contratarlo, lo más adecuado es asesorarse a través de entidades como Cesce, cuyos expertos orientarán sobre el producto que mejor se ajusta a las necesidades de cada cliente.
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