Las tecnologías emergentes que serán una realidad para las pymes en pocos años

Con frecuencia, muchas pymes suelen prestar escasa atención a las innovaciones tecnológicas que se avecinan y que pueden tener un impacto directo en su negocio o en su operativa diaria. Esto es así porque o bien en el pasado promesas de nuevas tecnologías que iban a ser cruciales no tuvieron la influencia esperada o porque bastante tienen con dedicar sus recursos escasos a la gestión diaria de las actividades. Sin embargo, la aceleración general que se ha producido en los procesos de digitalización en las diferentes áreas y departamentos de un amplio abanico de organizaciones invita a pensar que gran parte de las tecnologías que están llamando a las puertas del mundo corporativo van a tener una importancia decisiva a lo largo de los próximos años, como la inteligencia artificial (IA) con un carácter ético, la importancia de las redes cuánticas o el conocimiento predictivo que ayude a la toma de decisiones críticas.

Conexiones integradas y responsables

En este sentido, compañías como Cisco han elaborado informes en donde destacan las que, a su juicio, serán las principales tecnologías emergentes en tan solo un lustro. Por ejemplo, indican que el océano de datos que inunda la actividad diaria de las empresas va a propiciar el desarrollo de nuevas experiencias que conecten de una manera diferencial a las entidades con sus clientes, con sus proveedores y, en general, con el resto de sus stakeholders. Este procesamiento infinito de la información generará un conocimiento sensible, con el que las organizaciones irán aprendiendo a interrelacionar más y mejor con sus públicos, aprendiendo de manera constante, por ejemplo, en la personalización al detalle de sus productos y servicios.

Por otro lado, estas técnicas de aprendizaje automático y de conocimiento cualitativo gracias al manejo de los datos empezarán a provocar nuevas cuestiones en relación a la privacidad de la información o a asegurar la independencia real de los consumidores en la toma de sus propias decisiones. Además de las repercusiones jurídicas y hasta económicas que esto puede implicar, requerirá que cada compañía establezca nuevos estándares éticos que permitan transmitir a la sociedad una preocupación y una sensibilidad especial acerca de que no todo es válido para generar más negocio. Por ello, todavía se empoderará aún más el poder del consumidor como prescriptor real de las empresas no solo en base a la calidad y a la utilidad de los productos que estas ofrecen sino como potenciadoras de unos valores morales que casan con los suyos.

En paralelo a estas novedosas magnitudes, cabe subrayar que se va a incrementar bastante más la capacidad de manejo de los datos y el número de dispositivos conectados e integrados en nuestra realidad cotidiana. Eso provocará que las empresas deban estar permanentemente a disposición de sus consumidores, por medio de varios soportes y siempre en tiempo real. En este sentido, cabe plantear la duda de hacia dónde puede evolucionar desde una perspectiva de negocio en los próximos años el metaverso. Si todo continúa evolucionando en el camino positivo, es probable que muchas empresas tengan su principal foco de actividad en este inédito entorno.

Entornos más colaborativos y seguros

La tecnología cuántica es, cada día más, una realidad en muchos segmentos de actividad. La velocidad en la transmisión de los datos, la utilidad que se saque de ellos y cómo afectará realmente a las industrias es algo que a día de hoy se está empezando a analizar. Pero lo que se tiene cada vez más claro es que en menos de una década la computación cuántica se habrá instalado en muchas empresas. Desde el punto de vista de los usuarios, eso debe traducirse en una mayor seguridad en las comunicaciones, aunque cabe pensar que están por llegar nuevos sistemas que, por ejemplo, hagan un uso más eficiente de un Internet con una latencia más baja y mayor ancho de banda.

Junto a la irrupción del tsunami cuántico, estamos ya siendo testigos directos de la llegada de las tecnologías inmersivas, que apuestan por fomentar más activamente los trabajos colaborativos desde una perspectiva de mejora social. En este grupo, hay que destacar, por ejemplo, las emergentes tecnologías holográficas, el avance vertiginoso de la impresión 3D o, incluso, las capacidades biométricas que están ya revolucionando ámbitos como, por ejemplo, la protección de la seguridad.

Y esto es solo un avance, cuyo primer capítulo, posiblemente, comience cuando la capacidad 5G sea una realidad en todos los ámbitos de nuestra vida, trayendo servicios de más capacidad e introduciendo en la realidad cotidiana la telecirugía o la atención a distancia de cualquier necesidad de ocio o de consumo que se tenga.