16 ene 2022
Preocupante aumento de la inflación
Brasil ha cerrado 2021 con una inflación del 10,06 %, más del doble que la de 2020 (4,52%) y la mayor en seis años. El aumento de los precios se sitúa, por tanto, muy por encima de la meta que el Banco Central se había impuesto para ese año (3,75 %), con un margen de tolerancia de 1,5 puntos porcentuales.
La crisis hídrica que ha padecido el país, con la mayor sequía en casi un siglo, ha aumentado los precios de los alimentos y de la electricidad. Además, la fuerte reactivación del consumo, favorecido por las generosas transferencias de ingresos públicos a los hogares con rentas más bajas para paliar los devastadores efectos de la pandemia, también ha alimentado la inflación. A estos factores internos han venido a sumarse el aumento de los precios internacionales de las materias primas y los efectos de los cuellos de botella de las cadenas de valor mundiales, que están frenando los ajustes de la oferta e intensificando las presiones inflacionistas sobre los bienes manufacturados. En consecuencia, el Banco Central se ha visto obligado a subir progresivamente la tasa Selic en los últimos 10 meses desde el mínimo histórico del 2% hasta el 9,25%, donde se sitúa actualmente. No sorprende que, en este contexto, la recuperación de la producción industrial se esté ralentizando; todavía sigue un 3% por debajo de los niveles anteriores a la pandemia. La aceleración de la inflación también resulta muy perjudicial para la recuperación del comercio mayorista y minorista y de los servicios. Por último, el menor poder adquisitivo y los tipos de interés más elevados han interrumpido la mejora de la confianza de los consumidores y de las empresas, frenando el ritmo de recuperación de la demanda interna. Como consecuencia, la economía brasileña entró en recesión técnica en el tercer trimestre de 2021, al encadenar dos trimestres consecutivos de caída del PIB (del 0,4% y 0,1% en el segundo y tercer trimestre, respectivamente). A la espera del dato de crecimiento del cuarto trimestre del año pasado, las estimaciones de crecimiento para el conjunto de 2021 se han deteriorado ligeramente, y oscilan entre el 5% de la OCDE y el 4,4% del Banco Central de Brasil (ambas publicadas en diciembre del año pasado).