100 días de Lula en el poder

Durante este periodo, Lula ha apostado por la recuperación de los programas para combatir la pobreza, bandera de sus mandatos previos, ha tomado medidas para frenar la deforestación del Amazonas y, en materia de política exterior, aunque en muchos aspectos no está alineado con Occidente, se muestra alejado del desprecio del expresidente Bolsonaro al multilateralismo. No obstante, los avances han sido exiguos, ya que no ha logrado todavía formar una mayoría parlamentaria, y las condiciones financieras internacionales no van a favorecer el crecimiento económico. Lula mantiene un enfrentamiento con el gobernador del Banco Central de Brasil por el tipo de interés de referencia, que actualmente se sitúa en el 13,75%, y que el presidente considera demasiado elevado para una inflación que en febrero fue del 5,5%. En cuando a la política fiscal, el gobierno brasileño ha presentado recientemente una nueva regla diseñada para sanear las cuentas nacionales, según la cual el gasto público solo podrá aumentar un 70% con respecto al incremento de la recaudación.