Abrupto fin a la cooperación militar

De momento, y al contrario de lo que se hizo con las fuerzas francesas, no se ha pedido su salida inmediata del territorio. La cooperación militar entre los dos países comenzó en 2012, tras el restablecimiento de la democracia en Níger, y había convertido al país africano en el epicentro de la lucha contra el terrorismo yihadista que asola el Sahel. Aunque el fin de la misma supone la materialización de un temor que se arrastraba desde el golpe de Estado, la noticia ha llegado de forma sorpresiva, solo días después de la visita de una delegación de altos cargos estadounidenses al país. La decisión conlleva el abandono de las alianzas con Occidente y un acercamiento a Rusia, al igual que han hecho sus vecinos (también gobernados por juntas militares), Mali y Burkina Faso. En el anuncio, el portavoz de la junta utilizó un tono particularmente duro contra EEUU, calificando el acuerdo de “ilegal y anticonstitucional”, además de acusar a Washington de “condescendencia para con el gobierno y el pueblo nigerino”. En enero, el ministro ruso de Defensa dijo que Moscú y Niamey habrían acordado “profundizar su cooperación de defensa”, por lo que parece que es sólo cuestión de tiempo que fuerzas militares de origen ruso (probablemente a través de Africa Corps, la nueva “Wagner”) lleguen a territorio nigeriano.