Acercamiento diplomático

Las fricciones entre ambas naciones comenzaron en 2011, cuando Manama acusó a Teherán de apoyar los movimientos antigubernamentales liderados por la comunidad chiita, que propiciaron una inédita ola de protestas sociales. Posteriormente, en 2016, Baréin decidió romper las relaciones bilaterales, siguiendo los pasos dados por su principal aliado, Arabia Saudí. El acercamiento entre los dos países, anunciado en los medios oficiales persas, refuerza el giro diplomático adoptado por la mayoría de las economías de Oriente Medio en los últimos años, caracterizado por la priorización de los intereses comerciales, por encima de las rivalidades geopolíticas. La apuesta por el pragmatismo se evidenció, por ejemplo, en el restablecimiento de las relaciones entre Arabia Saudí e Irán, en marzo de 2023; un inesperado acuerdo que contó con la participación, como mediador, de China.