07 nov 2021
Ambiciosos programas para frenar el calentamiento global
La primera semana de la 26ª Conferencia de las Naciones sobre el Cambio Climático (COP26) ha estado marcada por los grandilocuentes anuncios que invitan a un ligero optimismo. La Unión Europea y Estados Unidos impulsaron una alianza, a la que se adhirieron 100 países, para reducir a lo largo de esta década un 30% las emisiones de metano; el principal gas, junto al dióxido de carbono, responsable del calentamiento global.
Asimismo, más de 110 países firmaron un acuerdo para destinar 19.200 mill.$ en el periodo 2022-2030 para luchar contra la deforestación. Y, por último, buena parte de las grandes economías acordaron dejar de financiar, a partir del próximo año, proyectos e instalaciones de combustibles fósiles. Esos importes serán destinados, en su lugar, a proyectos de energías limpias. Este conjunto de medidas son, sobre el papel, un gran paso en la lucha contra el calentamiento global. El director ejecutivo de la Agencia Internacional de la Energía, Fatih Birol, señaló durante la cumbre que, si se cumplen escrupulosamente los objetivos marcados, el aumento de las temperaturas a lo largo de este siglo se limitaría a 1,8 grados. Ahora bien, difícilmente se puede aventurar hasta qué punto se materializarán, ya que, en algunos casos, el cumplimiento de los compromisos es meramente voluntario para los países adheridos. Además, la negativa de China y de la India –con diferencia dos de los mayores países contaminantes-, de unirse al acuerdo para reducir las emisiones de metano limita notablemente su alcance. En consecuencia, muchos han recibido estas promesas con un cierto escepticismo y reclaman a los distintos gobiernos que detallen un plan de acción más concreto. Las asociaciones ecologistas temen que, al igual que en anteriores ediciones, la cumbre se convierta en un foro de grandes promesas que, finalmente, no se materializaron. Por su parte, los sectores optimistas confían en que las reuniones técnicas que se celebrarán a lo largo de esta segunda semana desemboquen en un acuerdo global en el que participen todos los países.