Amplio programa de estímulos

El Banco Popular de China (PBoC) anunció un recorte del 1,7% al 1,5% del principal tipo de interés del Banco Central chino, el de la operación de recompra inversa a siete días. También ha recortado el coeficiente de reservas bancarias en 0,5 puntos porcentuales, lo que supone una inyección de liquidez de 1 billón de yuanes (128.000 millones de euros). Por lo que respecta al mercado inmobiliario, se contempla un recorte de cincuenta puntos básicos en las tasas de interés promedio para las hipotecas existentes y la reducción del requisito de pago inicial mínimo al 15% para todo tipo de viviendas. Por último, se ha anunciado un fondo de 500.000 millones de yuanes (aproximadamente 63.860 millones de euros) destinado a proporcionar liquidez a fondos y aseguradoras para que puedan adquirir acciones en el mercado a través de una línea de swap, en la que pignoren sus activos por activos de alta calidad (como letras del Banco Popular de China y bonos del Gobierno). Además, se ha aprobado una línea de refinanciación para respaldar las recompras y compras de acciones de las empresas que cotizan en bolsa.

El anuncio de este generoso paquete de estímulos impulsó un alza del 4,3% en el índice CSI 300 y del 4% en el índice Hang Seng de Hong Kong. A nivel global, los mercados de materias primas también reaccionaron positivamente: la cotización del hierro subió un 4%, el cobre un 2,2% y el aluminio un 2,4%.

Sin embargo, y a pesar de estas medidas, los analistas dudan de que China logre alcanzar su meta de crecimiento del 5% para este año; posiblemente sea necesario un mayor gasto fiscal directo para impulsar la economía, ya que la demanda de crédito sigue siendo débil. La desaceleración del sector inmobiliario ha afectado a la confianza del consumidor, y aunque se han flexibilizado las condiciones para la compra de segundas viviendas, la eliminación de inventarios no vendidos sigue siendo crucial para reactivar el consumo interno.