07 nov 2021
Aumentan las perspectivas de subidas de tipos de interés
Desde el pasado mes de junio, los precios de la energía han experimentado a nivel mundial un aumento fortísimo, que en el caso del gas natural y el carbón ha sido nada menos que del 150% y del 100%, respectivamente. Aunque muy inferior, el crecimiento de los precios del crudo, del 12% desde mediados de año, tampoco ha sido desdeñable.
Todo ello, unido a las disrupciones causadas en las cadenas globales de suministro por la pandemia, ha elevado enormemente las perspectivas de un repunte de la inflación a escala mundial. Tal es así, que la Reserva Federal da ya por hecho que su primera subida de tipos tendrá posiblemente lugar tan pronto como en julio de 2022, y no en febrero de 2023, como se pensaba a principios del pasado mes de octubre. Algo parecido está ocurriendo en lo que se conoce como el Asia Emergente, especialmente en India y Corea del Sur, tercera y cuarta mayores economías asiáticas, respectivamente. Corea del Sur, que importa todo el petróleo que consume, es enormemente sensible a la actual fortaleza de los precios internacionales del crudo. Por ello no es de extrañar, que la inflación correspondiente al pasado mes de octubre, del 3,2%, además de ser la más elevada desde 2012, volvió a ser, por octavo mes consecutivo, superior al objetivo de inflación del banco central para 2022, situado en el 2%. Por todo ello se da casi por seguro que Lee ju-Yeol, Gobernador de la institución, elevará en noviembre los tipos de interés de referencia en un cuarto de punto porcentual, haciéndolo en otro tanto el próximo mes de enero. Evidentemente, el aumento de la inflación y la perspectiva de un endurecimiento de la política monetaria están afectando negativamente al precio de los bonos coreanos que, desde el pasado mes de enero, acumulan ya una caída del 12%. En cuanto a la India, que al igual que Corea del Sur importa todo el petróleo que consume, los mercados ya apuestan a que el Banco de Reserva subirá los tipos de interés en medio punto porcentual a lo largo de los próximos seis meses. De hecho, el banco central indio ya había anunciado el pasado mes de octubre su intención de suspender todas las compras de bonos soberanos, iniciando de este modo su particular “tapering” o retirada de los estímulos monetarios introducidos para hacer frente a la pandemia. Como en Corea del Sur, la retirada de estímulos monetarios y el repunte de los precios están también afectando negativamente a los bonos indios, cuyo precio ha registrado caídas consecutivas en septiembre y en octubre.