14 nov 2021
Cadena perpetua para los especuladores
Argelia no es ajena al repunte de la inflación que afecta a prácticamente todas las economías del mundo. El pasado mes de agosto, este indicador se situó en el 5,1%, más del doble que el correspondiente al mismo mes de 2020.
En el país norafricano no han remitido todavía las protestas periódicas contra toda la clase política en general que se iniciaron en abril de hace dos años en el marco del movimiento popular conocido como “Hirak” (que quiere decir, “desalojen”), y en estos momentos, lo que menos desean las autoridades, es que un fuerte repunte de los precios contribuya a atizar todavía más el malestar de la ciudadanía. Uno de los factores que más contribuye en Argelia al alza de los precios es la acción de los especuladores, que almacenan en sitios ocultos productos de primera necesidad como leche, azúcar, trigo o material farmacéutico, para ponerlos en el mercado una vez que sus precios han aumentado considerablemente. En Argelia, un país que importa un porcentaje muy alto de los alimentos y de los bienes de primera necesidad que consume, estas prácticas especulativas son práctica habitual y están muy perseguidas por las autoridades que, en las últimas semanas, han desmantelado varios almacenes ilegales repletos de productos básicos listos para salir al mercado. La última medida del gobierno para tratar de frenar en seco estas prácticas ha sido la elevación al parlamento de un proyecto de ley endureciendo considerablemente las penas contra los especuladores, las cuales pueden llegar a la cadena perpetua en el caso de que los bienes objeto de estraperlo sean productos de primera necesidad. La medida, no obstante, parece más cosmética que otra cosa y va a ser dudoso que ponga fin, de la noche a la mañana, a las subidas de precios y al gran malestar de los ciudadanos contra toda la clase política.