Castigo al presidente

Sin embargo, nadie podía imaginar que el presidente, todavía en ejercicio, llegaría a incitar a la insurrección de sus votantes contra el poder legislativo de su propio país. Por ese motivo, el pasado miércoles 13 de enero la Cámara de Representantes aprobó la impugnación del presidente Trump con el apoyo de los congresistas demócratas y una decena de los republicanos. Se trata del segundo juicio político contra el magnate que, a comienzos de 2020, ya se enfrentó a un primer “impeachment” por abuso de poder y obstrucción del Congreso al presionar al presidente ucraniano para que le ayudara en su campaña contra Biden. Sin embargo, mientras en ese momento no había ninguna posibilidad de que el proceso prosperase, en esta ocasión el resultado puede ser diferente. Se necesita que al menos dos tercios de los senadores presentes en la sesión apoyen la condena política del presidente. Actualmente, tras el resultado de las elecciones en Georgia, el Senado está formado por 50 demócratas y 50 republicanos, con el voto de desempate con el que cuenta la vicepresidenta Kamala Harris. Así pues, si en el momento de la votación estuviesen presente todos los senadores, sería necesario que al menos 17 republicanos votasen a favor de la condena. Entre las filas republicanas las posturas se dividen entre la condena, el apoyo al presidente o simplemente el deseo de poner fin ya a la era Trump, por lo que cualquier escenario es posible. Entre los demócratas el principal objetivo es evitar que Trump pueda ser candidato presidencial de nuevo.