10 abr 2022
Continúa la crisis política tras la polémica moción de censura
El pasado 9 de abril el parlamento, en una ajustada votación, se pronunció en favor del cese del primer ministro Imran Khan.
Solo dos días antes, el pasado 7 de abril, el Tribunal Supremo echó por tierra la maniobra del gobierno para evitar la votación. En concreto el tribunal dictaminó inconstitucional la desestimación por parte del vicepresidente de la Cámara Baja, Qasim Suri, de la moción de censura y la posterior disolución del Parlamento por parte del presidente, Arif Alvi. La moción de censura fue finalmente apoyada por 174 votos, tan solo dos más de los necesarios. Anticipándose a su derrota, Khan, que achaca la maniobra a una confabulación de la oposición con Estados Unidos para destituirlo, pidió el día de antes a sus seguidores que organizasen protestas por todo el país. Así, a una situación económica muy difícil por el duro impacto de la crisis del covid y la subida de los precios de las materias primas, Pakistán une ahora una convulsa situación política. En un tono conciliador el líder de la oposición paquistaní, Shehbaz Sharif, declaró tras la votación del sábado “No buscaremos venganza. No pondremos a la gente en la cárcel, pero la ley seguirá su curso”. Se espera que Sharif, el hermano menor del ex primer ministro Nawaz Sharif, sea confirmado como nuevo primer ministro en los próximos días. Su primer objetivo será consolidarse en el poder y lograr una mayoría estable en el parlamento, algo que no parece tarea sencilla.