17 nov 2024
Crecimiento discreto en las últimas décadas
Según los datos publicados recientemente por el Banco Mundial, la renta per cápita del conjunto de los países de Oriente Medio y Norte de África creció un 60% en los últimos cincuenta años, la mitad respecto al desarrollo registrado en las economías avanzadas.
A nivel desagregado la evolución ha sido muy heterogénea. Mientras que algunos países petroleros cuentan con un PIB per cápita superior al de buena parte de las economías de la OCDE, aquellos que carecen de materias primas y han sufrido conflictos armados han registrado, por el contrario, un crecimiento muy discreto. En términos de coyuntura, el Banco Mundial calcula que el PIB real de la región crecerá un 2,2% en 2024, menos de lo previsto inicialmente, como consecuencia de los recortes voluntarios de la producción de crudo -aprobado en el marco de la OPEP- y la distorsión que ha desencadenado el conflicto en Gaza en el transporte marítimo y en el turismo (uno de los principales sectores económicos en países como Egipto y Jordania). Para 2025 las perspectivas son algo más optimistas, con un crecimiento estimado del 3,8%, impulsado por el mayor dinamismo de los países exportadores de petróleo, como consecuencia de la flexibilización del sistema de cuotas. Ahora bien, el grado de incertidumbre es considerable, debido al riesgo de una escalada aun mayor del conflicto y la posibilidad de que el precio del petróleo se sitúe por debajo de los 70 $/, por lo que el comportamiento podría desviarse sensiblemente respecto a las previsiones.