14 ene 2024
“De-risking” a la europea
La Unión Europea no es ajena a la mala situación en la que se encuentran actualmente las relaciones entre Estados Unidos y China.
Los controles que Washington ha impuesto a las exportaciones de tecnologías avanzadas también pesan sobre las relaciones comerciales entre Bruselas y Pekín. De hecho, el pasado mes de junio, la Comisión Europea se comprometió a elaborar un listado de tecnologías críticas y a realizar una evaluación de riesgos al respecto. Unos meses más tarde, la Comisión destacó las cuatro áreas que presentaban un mayor riesgo inmediato para la seguridad de la UE. Entre ellas se encontraban los semiconductores avanzados, la inteligencia artificial, las tecnologías cuánticas y las biotecnologías. Las autoridades europeas están preparando una iniciativa sobre el control de las inversiones salientes y una propuesta para controlar las exportaciones de estas cuatro tecnologías sensibles. Además, la UE también ultima una actualización de la normativa de “tecnologías de doble uso”. Se trata de la respuesta europea ante la guerra tecnológica que mantienen Estados Unidos y China; una respuesta que Washington ha calificado de “insuficiente”. El Ejecutivo estadounidense ha presionado intensamente a los países aliados clave en la cadena de suministros de los semiconductores, como Japón y Corea del Sur, para que secunden sus sanciones y limitar aún más el acceso de China a tecnología puntera. Estados Unidos y la UE han abordado las posibles sanciones sobre semiconductores y otras tecnologías críticas en el Consejo de Comercio y Tecnología (CCT) UE-EE.UU., el grupo bilateral en el que negocian, sin obtener resultados notables sobre controles coordinados. Al parecer, uno de los escollos de estas discusiones ha sido la insistencia de EE.UU. en que los controles se centren específicamente en China, a lo que se opone la parte europea.