24 abr 2022
El Congreso rechaza la reforma eléctrica
La reforma constitucional del sector eléctrico, proyecto estrella de AMLO, fue rechazada el pasado 17 de abril por la Cámara de Diputados, tras más de 12 horas de discusión en el pleno. A pesar de que la propuesta obtuvo 275 votos a favor del bloque oficialista, no alcanzó la mayoría calificada de 332 votos necesarios para modificar la Constitución. El principal objetivo de la polémica iniciativa era devolver a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) el dominio (54%) en la generación y venta de electricidad del país que hoy controla la iniciativa privada en más de 60%.
El gobierno argumentaba que, desde la reforma energética de 2013, la CFE desperdicia su capacidad generadora al estar subutilizada por limitaciones de la ley, lo que se traduce en pérdidas para el sector público y ganancias de los generadores privados. Su rechazo es, sin duda una buena noticia para México ya que las repercusiones de la reforma iban mucho más allá del sector energético, al castigar la imagen del país como destino fiable para las inversiones y deteriorar todavía más el clima de negocios, muy penalizado desde la llegada de Obrador al poder. El presidente llegó a calificar el rechazo a la reforma como un acto de traición a México si bien ha reconocido que no le queda tiempo de promover una nueva reforma constitucional en materia eléctrica durante su Sexenio, que concluye en junio de 2024.
│Nacionalización del litio en tiempo récord
Tras este fracaso, AMLO ha abierto un nuevo frente: la reforma de la ley de la minería para la nacionalización del litio. En tiempo record, apenas dos días, ha logrado el pasado 20 de abril su aprobación en ambas cámaras puesto que solo se requería mayoría simple. De esta forma, se declara como “de utilidad pública” la exploración y la explotación del litio y se excluye a las empresas privadas del negocio. La oposición ha criticado la celeridad con la que se ha llevado el proceso y ha cuestionado la capacidad del Estado para asumir esta nueva responsabilidad ante la falta de presupuesto. Tras su aprobación, Obrador anunció una revisión de todos los contratos en el sector del litio, una antesala para potenciales impugnaciones antes los tribunales y nuevos enfrentamientos con los inversores.