El ELN se sienta a la mesa de negociación

En una reunión mantenida en Venezuela, las delegaciones de ambas partes han confirmado que el punto de partida será la agenda diseñada con el gobierno de Juan Manuel Santos y suspendida en enero de 2019 por el entonces presidente, Iván Duque. "Las nuevas circunstancias políticas de Colombia han permitido reiniciar las negociaciones”, ha señalado Antonio García, primer comandante del ELN. La ONU actuará de mediadora y verificadora de las negociaciones y Venezuela, Noruega y Cuba serán los países garantes del proceso de diálogo. La sede de negociación será rotativa entre ellos. La reanudación del diálogo con el principal grupo armado activo en el país responde a una de las principales promesas de campaña del presidente: alcanzar la paz total en Colombia. Para ello aspira a firmar tratados políticos o judiciales de desmovilización con todos los grupos armados, sean estos guerrillas, paramilitares o narcotraficantes. La semana pasada, el gobierno anunció que 10 de los casi 30 grupos armados que tienen presencia en el país se acogieron al alto el fuego multilateral propuesto por el mandatario, si bien este es un dato difícil de verificar. Lo cierto es que la llegada de Petro al poder coloca al Ejecutivo en una posición privilegiada para acometer este difícil objetivo. Su pasado subversivo (militó en el M19 en los años 80) le da un grado de confianza inusual con la insurgencia de cara a las negociaciones.