03 nov 2024
El envío de tropas norcoreanas a Ucrania altera el tablero en el sudeste asiático
Tal y como adelantamos la semana pasada se confirma el envío tropas norcoreanas a luchar en Ucrania.
Washington y Kiev han advertido, el pasado 31 de octubre, de que se espera que tropas norcoreanas entren en combate junto al ejército ruso en los próximos días, en lo que sería la primera incursión de un ejército extranjero en la guerra de Ucrania. El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, dio la voz de alarma el jueves pasado sobre la creciente colaboración militar de Moscú con Pyongyang, afirmando que su ejército probablemente se enfrente a las tropas norcoreanas en la región occidental rusa de Kursk en «días, no meses». Las declaraciones del presidente fueron seguidas de una dura advertencia del secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken, y del secretario de Defensa de EEUU, Lloyd Austin, quienes afirmaron que hasta 8.000 tropas norcoreanas habían sido desplegadas en la región de Kursk. Estados Unidos no ha visto a las tropas «desplegarse en combate contra las fuerzas ucranianas, pero esperamos que eso ocurra en los próximos días», declaró Blinken, hablando junto a Austin y sus homólogos de Corea del Sur tras una reunión en el Departamento de Estado.
El envío de tropas podría ser solo el principio ya que se espera que crezca incluso hasta los 20.000 efectivos. Aunque no se cree que las fuerzas norcoreanas cambien significativamente el curso de la guerra, es sin duda un paso importante en la escalada de gestos militares de Kim Jong Un, tras los numerosos lanzamientos de misiles de los últimos meses. Japón y Corea del Sur han alertado de que el envío de tropas a Ucrania es un nuevo gesto de la política cada vez más agresiva de Corea del Norte, que parece que ha abandonado todo atisbo de recurrir a la negociación diplomática con occidente y sus vecinos. Corea del Sur ha declarado incluso que está considerando la posibilidad de aumentar su apoyo a Ucrania y pasar de la ayuda no letal a las armas defensivas e incluso ofensivas. Desde China, el tradicional aliado de Corea del Norte, no se ha reaccionado oficialmente a esta noticia. Sin embargo, este estrechamiento de las relaciones entre Moscú y Pyongyang posiblemente se vea con recelo desde Pekín, por el temor a una escalada bélica incontrolada, así como la pérdida de influencia directa sobre Kim Yong Un en favor de Moscú.