19 ene 2025
El legado de Joe Biden
Biden dice adiós a la presidencia de los Estados Unidos y a cincuenta años de carrera política.
El líder demócrata, de 82 años de edad, abandona el cargo con unos niveles de aprobación de su gestión de alrededor del 37%, un porcentaje muy bajo. Sin embargo, su baja popularidad contrasta con la situación económica en la que deja el país. La riqueza de las familias ha crecido un 28% hasta alcanzar máximos históricos, el desempleo en mínimos históricos y la inflación, pese que no ha retornado al objetivo de la Fed del 2%, ha experimentado un fuerte retroceso desde la crisis desatada por la guerra de Ucrania. A lo largo de su mandato, la política económica se ha alejado de la ortodoxia del libre mercado, que tradicionalmente ha caracterizado a Estados Unidos, hacia un papel del Estado mucho más relevante. La “Bidenomics” ha desarrollado una serie de planes de desarrollo industrial potentísimos: la Ley de Inversión en Infraestructura y Empleos (1,2 billones de dólares); la Ley de CHIPS y Ciencia (280.000 mill.$) destinada a reducir la dependencia del país en la fabricación de semiconductores; o la Ley de Reducción de la Inflación, un paquete de 369.000 mill.$ con el objetivo de reducir las emisiones de efecto invernadero de la mayor economía del planeta. Los evidentes éxitos económicos contrastan con la percepción de los votantes, de los que sólo el 25% consideraban que la economía estadounidense se encontraba en una “situación buena” o “excelente”, de acuerdo a una reciente encuesta. El tema migratorio ha penalizado mucho su popularidad; la crisis en la frontera con México, donde se han registrado cifras récord de entradas irregulares, ha sido particularmente problemática para su Administración. Su legado en política exterior está plagado de luces y sombras. Sin duda su mayor fracaso, fue la caótica retirada de las tropas estadounidenses de Afganistán en 2021 lo que infligió un golpe significativo a su imagen. En cuanto a la relación con China, el presidente saliente ha endurecido su postura, para tratar de asegurar la supremacía tecnológica y comercial estadounidense, con discutible éxito. Mientras que su apoyo a la OTAN y a Ucrania no han sido suficientes para frenar las aspiraciones expansionistas de Rusia. Además, abandona la presidencia con una débil tregua en la Guerra en Gaza, tras meses de esfuerzos diplomáticos inútiles. Quizás su mayor logro haya sido preservar las instituciones democráticas de Estados Unidos, recordemos el asalto al Capitolio, pese a que no le haya servido de mucho