Fin de la operación Barkhane

La decisión responde a la creciente hostilidad que recibían las tropas por parte de la población de los países del Sahel, que percibían la misión como un agrio recuerdo del pasado colonial. El desencadenante fue el deterioro de la relación de las autoridades galas con la junta militar que gobierna Mali desde el golpe de Estado de mayo de 2021, que llevó a la retirada de las tropas francesas de territorio maliense. Aunque la operación se mantuvo activa en Burkina Faso, Chad y Níger, la situación de seguridad no ha hecho sino empeorar, agravando la inestabilidad política. A esto se suma la cada vez mayor relevancia de grupos paramilitares, como el ruso “Wagner”, que están ya presentes en suelo maliense. Dando respuesta a las críticas de gobiernos y población, la presencia militar francesa en la región, alrededor de 3.000 soldados, continuará, pero se hará conforme a “nuevos principios”. La estrategia completa se publicará dentro de seis meses, pero se ha anunciado ya que todas las actividades se regirán por calendarios establecidos conjuntamente y limitados en el tiempo. El terrorismo yihadista ha asolado el Sahel durante la última década, creando una grave crisis humanitaria, causando miles de muertes y millones de desplazados.