Fin del alto el fuego

Ambos se acusan mutuamente de la ruptura del alto el fuego, que estaba en vigor desde el pasado marzo por razones humanitaria. Desde que el conflicto estallase en 2020, han muerto miles de personas y más de dos millones han tenido que huir de la región. La situación es particularmente desoladora dado que el país se encuentra en medio de una sequía histórica, que amenaza la seguridad alimentaria de al menos 10 millones de etíopes y ha provocado ya miles de muertes. Tigray, en particular, es una de las regiones más afectadas por la hambruna, y el fin de la tregua ya ha provocado nuevas interrupciones en las labores humanitarias de entrega de alimentos.