24 abr 2022
Francia. Continuidad en el Elíseo
El presidente francés, Emmanuel Macron, se ha impuesto en la segunda vuelta de las presidenciales francesas con el 58,54% de los votos por lo que se convierte en el primer presidente francés en repetir mandato en 20 años.
Enfrente, la candidata de la extrema derecha, Marine Le Pen, que ha logrado el apoyo del 41,46% del electorado, el mejor resultado de su historia. Destaca también la elevada abstención; alrededor del 28% de los franceses llamados a las urnas se ha quedado en casa, lo que refleja la desafección y el desinterés de una parte del electorado que no se siente representado por ninguna de las dos opciones políticas. Pese a que la derrota de Le Pen es contundente, la lectura que se extrae de este resultado es que su mensaje ha calado entre casi la mitad de los franceses para los que votar por la ultraderecha supone ahora una opción razonable. A ello ha contribuido lo que los analistas políticos franceses han denominado la “desdiabolización” de Marine Le Pen, que consiste, básicamente, en maquillar su discurso racista y xenófobo para presentarse como la representante de la Francia obrera, más castigada por el progresivo incremento de la desigualdad. Son precisamente, las enormes diferencias sociales y económicas entre la Francia urbana y la rural las que marcarán la próxima legislatura del presidente reelecto. Macron tiene 5 años por delante para tratar de acercar posturas en un país profundamente dividido entre la élite urbana y multicultural y la rural y precaria. Se trata de un reto mayúsculo, más si cabe si se tiene en cuenta que el presidente se enfrenta a las elecciones legislativas del próximo mes de junio que determinarán la gobernabilidad de su mandato.