Giro político en Polonia

El partido en el poder, Ley y Justicia (PiS) ha quedado primero en los comicios con el 35,6% de los votos, pero no cuenta con los apoyos suficientes para formar gobierno. En cambio, Coalición Cívica, una agrupación formada por Plataforma Cívica, Tercera Vía e Izquierda, ha obtenido 248 escaños, por encima de los 231 diputados con los que se obtiene mayoría absoluta en la Cámara Baja. Los comicios han estado marcados por la elevada movilización de los jóvenes y las mujeres, que han votado en masa por los partidos de oposición. Ahora comienza un largo proceso para negociar la formación de un nuevo Ejecutivo. Previsiblemente, el presidente del país, Andzrej Duda, encargará primero la ronda de consultas al PiS al haber ganado las elecciones. Los líderes del partido gobernante han anunciado que intentarán negociar con las distintas fuerzas políticas para conseguir un gobierno viable, pese a que la oposición ha anunciado que rechaza entablar conversaciones con ellos. Algunos analistas estiman que, si las negociaciones no se tuercen en el bloque de la oposición, en diciembre Polonia podría tener un nuevo Ejecutivo liderado por Donald Tusk, expresidente del Consejo Europeo. Pese a que muchos en Bruselas han celebrado el resultado electoral, conviene señalar que, con el giro político del país, la gobernabilidad no está asegurada. El primer obstáculo podría ser el propio presidente Duda, muy cercano al PiS, que tiene capacidad de veto de cualquier legislación. Además, también tiene enfrente a los jueces del Tribunal Constitucional, elegidos todos por el PiS, cuyo mandato tiene una duración de 9 años y también pueden tumbar las iniciativas del Ejecutivo.