¿Ha fracasado la ofensiva ucraniana?

Ciertamente, en las últimas semanas, las fuerzas armadas ucranianas han logrado avances lentos pero significativos en el sur del país, cerca de la zona de la central de Zaporiyia, incluyendo una primera ruptura de la línea defensiva rusa. Sin embargo, algunos miembros de la OTAN lamentan que Kiev no haya aprovechado la oportunidad que le brindaban el suministro de armas occidentales y, probablemente, el momento de mayor apoyo político a la guerra. De forma paralela a los avances sobre el terreno, Kiev ha llevado a cabo una campaña de ataques con drones suicidas sobre territorios rusos más alejados del frente. Se trata de la única estrategia que pueden seguir, ya que los aviones de combate cuyo envío autorizó Estados Unidos el pasado mes de agosto aún no están listos para ser usados. Fuentes militares estadounidenses reconocen los últimos avances de las fuerzas ucranianas, pero estiman que sólo les queda entre un mes y seis semanas para ampliar su contraofensiva antes de que lleguen las lluvias otoñales. Los oficiales ucranianos, en cambio, señalan que el sur de Ucrania, donde se está llevando a cabo el principal contraataque, es relativamente seco y sus inviernos menos duros que en el resto del país. Sin embargo, el escaso resultado de la campaña ha supuesto un baño de realismo entre los funcionarios ucranianos, que asumen que la guerra será lenta y consistirá en una campaña de desgaste del adversario. La cuestión es si los miembros de la OTAN, que han recurrido a sus propios arsenales para apoyar a Ucrania, se comprometerán a seguir apoyando al país económica, militar y políticamente a largo plazo.