Impactante salida de la CEDEAO

La declaración conjunta, emitida simultáneamente en las televisiones nacionales, acusa a la CEDEAO de haberse alejado de los ideales panafricanos de sus fundadores y de estar influenciado por poderes extranjeros. Además, el comunicado denuncia que “la organización no ha apoyado a los tres países ante la amenaza existencial del terrorismo”, una queja recurrente de los líderes de las naciones más golpeadas por los ataques yihadistas en el Sahel. La CEDEAO impuso sanciones (aunque ha habido vaivenes) a los tres países después de los respectivos golpes de Estado que derrocaron a sus gobiernos democráticos e impusieron juntas militares (Burkina Faso en 2022, Mali en 2020, Níger en 2023). El levantamiento de las mismas estaba supeditado al regreso a los regímenes civiles, algo que parece cada vez más lejano. En el caso de Burkina Faso y Mali, los calendarios acordados con la CEDEAO implican la celebración de elecciones este año; no obstante, Bamako ya anunció su aplazamiento por “razones técnicas”, sin especificar una nueva fecha, mientras que el primer ministro burkinés ha declarado que “no se celebrarán elecciones sin seguridad”. Ante la salida del bloque, parece inevitable que los tres países también salgan de la UEMOA, unión monetaria regional a la que pertenecen 8 de los 15 miembros de la CEDEAO, aunque todavía se desconocen los detalles. Esta es la última muestra de la inestabilidad política de la región.