12 feb 2023
Impacto económico y político del terremoto
Más de 33.000 personas han muerto en Turquía y Siria desde que un devastador terremoto de magnitud 7,8 sacudió el país el pasado lunes 6 de febrero.
El número de muertos en Turquía ha ascendido a 29.605, según cifras oficiales emitidas el pasado domingo. Por su parte, en Siria, el número total de fallecidos asciende a 3.576, de los cuales 2.168 se encuentran en las zonas controladas por los rebeldes en el noroeste, y 1.408 en las zonas controladas por el gobierno. Más allá de la tragedia humana, el impacto sobre las infraestructuras ha sido también considerable. En Turquía más de 6.000 edificios se han derrumbado. Dos aeropuertos y varias carreteras y puentes han resultado dañados, las líneas telefónicas se han interrumpido y hay cortes de electricidad en muchas zonas. Habrá, además, consecuencias para la economía todavía difíciles de prever. Las diez provincias afectadas se encuentran entre las más pobres de Turquía, pero representan el 15% de la población del país y el 9% del PIB turco. Estas regiones son claramente significativas, pero según los analistas el impacto económico será relativamente limitado y de corta duración. Otro asunto bien distinto son las implicaciones políticas, especialmente para el Presidente Erdogan. Dada la historia de terremotos en Turquía, los críticos al gobierno se preguntan si el gobierno hizo lo suficiente para prepararse de antemano y si la respuesta ha sido demasiado lenta o errónea en los días posteriores. Estas cuestiones son especialmente importantes para Erdogan, ya que aspira a la reelección en las elecciones que tendrán lugar el próximo mes de mayo. Las encuestas apuntan actualmente a una ajustada victoria del mandatario, pero la eficacia de la respuesta a la catástrofe y en la posterior reconstrucción pueden hacer variar la voluntad del voto en los próximos meses. En cambio, en Siria el terremoto podría contribuir a reducir el aislamiento internacional del Presidente Assad. El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, ha pedido la apertura de más pasos fronterizos entre Turquía y Siria, al tiempo que ha reconocido que la gravedad de la crisis requiere que se permita el flujo de ayuda internacional a través de Damasco.