La rendición de Nagorno-Karabaj

El asalto lanzado por Bakú se produce tras meses de bloqueo del corredor Lachin, el único tramo terrestre que conectaba Armenia con Nagorno-Karabaj. La segunda guerra de Nagorno-Karabaj, que tuvo lugar en 2020, había dejado a las fuerzas armenias muy mermadas, mientras que Azerbaiyán había recuperado el control de gran parte del territorio en disputa. En aquel momento Rusia medió en el conflicto, que concluyó con la firma de un alto al fuego en el que se preveía la retirada del ejército azerí de Armenia. Mientras, Nagorno-Karabaj quedaba bajo la protección de una fuerza de paz rusa compuesta por 2.000 efectivos, que debían garantizar la seguridad y el tránsito del corredor Lachin. En la práctica, sin embargo, las condiciones pactadas en el acuerdo no se han respetado y Azerbaiyán ha ido poco a poco estrechando el cerco hasta que ha decidido lanzar el ataque. Ni Armenia ni Rusia han acudido a defender Nagorno-Karabaj. El primer ministro armenio, Nikol Pashinian, era perfectamente consciente de la inferioridad militar de Armenia y temía que el conflicto se extendiese a otros territorios del país. Rusia, en cambio, ha decidido no intervenir como castigo al gobierno de Erevan que, tras la invasión de Ucrania, se ha acercado a otros actores internacionales como Estados Unidos o la UE. Aún quedan muchos interrogantes por resolver y por saber de qué forma puede alterar esto el equilibrio de fuerzas en la región del Cáucaso, donde Rusia parece estar perdiendo influencia en detrimento de Turquía, que es el principal aliado de Azerbaiyán.