Las sanciones comienzan a hacer efecto

Las sanciones impuestas por las principales democracias occidentales, como el tope al precio del petróleo y la prohibición de la importación de hidrocarburos por parte de la UE, están empezando a arrojar sus frutos. Hasta fecha reciente, las perturbaciones en los mercados energéticos, con los precios de los hidrocarburos en máximos históricos, no habían permitido ver los resultados de las medidas, pero ahora el escenario económico es mucho más desfavorable para el Kremlin. La continuada fuga de capitales unida a los menores ingresos petroleros han deteriorado la balanza por cuenta corriente, que ha registrado un superávit de 18.600 mill.$ en el primer trimestre de 2023, lo que representa una caída del 73% con respecto al mismo período de 2022. Además, tanto Estados Unidos como la UE están tomando medidas para evitar que terceros países cooperen con Rusia para evitar las sanciones. En su último comunicado, el Tesoro de Estados Unidos amenaza con tomar acciones contra estos terceros países. Washington ya había presionado a Emiratos Árabes y a Turquía para tratar de limitar las reexportaciones de productos sancionados, especialmente los tecnológicos. Por ello, Turquía prohibió el mes pasado el tránsito por su mercado de los productos sancionados por la UE y el G7. La UE, por su parte, ha pedido una mayor monitorización y transparencia de los intercambios comerciales a aquellos países en los que se había observado un incremento de las exportaciones hacia Rusia.