Liberación de presos políticos

La decisión fue bienvenida por el secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, quien señaló que “abre la puerta al diálogo entre ambos países" y que marca un paso constructivo para abordar los abusos contra los derechos humanos en el país centroamericano. Tras ordenar la liberación, la Asamblea Nacional de Nicaragua, controlada por el oficialismo, aprobó de manera exprés una reforma constitucional que despoja a los exiliados  de la nacionalidad por considerarlos "traidores a la patria" por la supuesta violación de la Ley de Defensa de los Derechos de Pueblo a la Independencia, Soberanía y la Autodeterminación para la Paz. Entre los liberados hay exdirigentes sandinistas, líderes políticos opositores y estudiantes encarcelados. El obispo Rolando Álvarez, una de las voces más críticas con el régimen de Ortega, rechazó subir el avión y ha sido trasladado a una cárcel conocida como El Chipote. Juan Sebastián Chamorro, empresario y aspirante a la presidencia, calificó la liberación de presos políticos como un "milagro" y expresó su agradecimiento a Estados Unidos por acogerlos. Se desconocen los motivos que han impulsado a Daniel Ortega a ordenar la liberación masiva si bien las organizaciones opositoras apuntan que el régimen está asfixiado por las sanciones impuestas por la Casa Blanca. Como se recordará, Nicaragua vive una profunda crisis política desde 2018, cuando se produjo una gran ola de protestas en contra del gobierno de Daniel Ortega que fue duramente reprimida por las autoridades. La situación se agravó a finales de 2021 cuando el presidente fue reelegido para un cuarto mandato consecutivo en unos comicios considerados fraudulentos por gran parte de la comunidad internacional.